La foca monje vuelve a Fuerteventura en 2019
El pasado septiembre se inició el proceso que puede devenir en la reintroducción de este mamífero marino en la isla
Redacción NoticiasFuerteventura
El Ministerio para la Transición Ecológica presentó en septiembre en Fuerteventura el estudio de viabilidad demográfica para la reintroducción de la foca monje en aguas de esta isla canaria durante el año 2019, donde la especie se extinguió hace décadas.
La iniciativa forma parte del plan para recuperar especies extintas en España. Se trata del tercer plan de reintroducción de una especie extinta, después del ibis eremita y el grébol.
Las primeras reintroducciones de foca monje en Fuerteventura
La presentación del estudio de viabilidad demográfica es el paso previo para que el gobierno canario elabore el proyecto definitivo para reintroducir la especie en el archipiélago. A continuación, el plan deberá presentarse a la Comisión Estatal de Patrimonio Natural y la Biodiversidad y a la Conferencia Sectorial de Medio Ambiente para su aprobación.
El estudio señala que Fuerteventura es un lugar idóneo para un ensayo de translocación de ejemplares de foca monje procedentes de la población de Cabo Blanco, cerca de Nouadhibou, en Mauritania, la colonia más importante del mundo de esta especie. Para contar con estos ejemplares de foca monje los Gobiernos de España y Mauritania firmaron en 2015 una declaración de intenciones para la recuperación de especies extinguidas en ambos países.
Mediante este acuerdo, se están realizando proyectos preliminares para la reintroducción de cinco especies, cuatro antílopes sahelo-saharianos en Mauritania y la foca monje en España, especies todas ellas en peligro de extinción a nivel mundial.
La iniciativa forma parte del plan para recuperar especies extintas en España. Se trata del tercer plan de reintroducción de una especie extinta, después del ibis eremita y el grébol.
En concreto, el lugar propuesto como idóneo para la reintroducción es el Parque Natural de Jandía, en Fuerteventura, ya que los expertos estiman que la zona ofrece un amplio hábitat de alimentación disponible, suficiente para un grupo de individuos reintroducidos y donde las amenazas son mínimas, ya que la actividad pesquera se desarrolla a pequeña escala y están prohibidas artes de pesca como el arrastre y el uso de redes de enmalle, que son una importante fuente de mortalidad de muchas poblaciones de pinnípedos, incluyendo las de foca monje.
