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Sin soluciones efectivas para el ganado suelto

Las cabras sueltas fuera de las zonas de los mancomunes continúan generando problemas a agricultores y vecinos a pesar de las medidas anunciadas por las instituciones

 

Redacción Noticias Fuerteventura

 

El ganado suelto es un auténtico problema en la isla de Fuerteventura. Muchos son los ganaderos que dejan pastar libremente a sus cabras sin ningún tipo de cerco ni control, lo que supone un grave problema para agricultores de toda la isla, que denuncian reiteradamente el daño que los animales provocan en sus cultivos.

 

Una problemática que no afecta sólo a agricultores, sino también a vecinos de distintas localidades de la isla. Un ejemplo claro, se puede contemplar en el campo de golf de Las Salinas donde las cabras acuden en busca del verde predominante y donde además de comerse la hierba de la instalaciones, pasean por las calles de la urbanización e incluso entran dentro de las viviendas de la zona “Estamos cansados de las cabras, porque si tenemos algo plantado en el jardín encuentran la manera de entrar y acabar con todo” asegura un vecino quien denuncia que “llamar a la policía sirve de poco, porque los animales siguen paseando por nuestras calles libremente”.

 

Idéntica situación la que relatan unas vecinas de Ajuy, que aseguran que “el descontrol es tal que no podemos poner ni una plante decorativa en la terraza, en menos de 24 horas ya se la han comido” y lo peor apuntan, es la actitud del ganadero propietario de los animales “le hemos pedido que por favor controle el ganado, y su respuesta es que nosotros vallemos nuestra casa, es indignante” sentencian.

 

La situación es tan grave, que por parte de El Cabildo se han iniciado campañas de concienciación e incluso iniciativas sancionadoras. El pasado mes de septiembre desde el Cabildo se anunciaba la puesta en marcha de una campaña informativa cuyo objetivo era que aquellos ciudadanos que tuvieran  ganado suelto lo recogieran de inmediato.  Para quien no llevase a cabo este requerimiento el Cabildo anunciaba que se recogerían los ejemplares de ganado suelto, en coordinación con las policías locales de cada municipio, y que serían trasladarlos a la Granja Experimental de Pozo Negro, donde se identificaría si el ejemplar tenía dueño, en cuyo caso el propietario debería hacerse cargo de los costes de captura y mantenimiento del animal, así como la sanción correspondiente. Incluso se llegó a anunciar el sacrificio de los animales que no fueran reclamados.

 

La medida, que además contaba con la colaboración de los Comisionados de Costa de la isla, no termina de ponerse en marcha y según los vecinos afectados el anuncio de sanciones tampoco ha disuadido a los propietarios de las cabras.

 

El ganado de Costa en el punto de mira

 

En la isla de Fuerteventura se conserva un modelo de ganadería extensiva o semi extensiva cuyos orígenes se remontan, con toda probabilidad, al menos 2000 años atrás. Distintas referencias documentales confirman la existencia de prácticas ganaderas entre los mahos que estarían en la base de la actualmente denominada “Ganadería de Costa”

 

Tras la colonización europea esta practica ganadera fue asentándose durante siglos. Aprovechando los terrenos improductivos que, aunque denominados “de costa”, en realidad podían incluir también zonas del interior que no eran dedicadas a la labranza: malpei, barrancos, trableros, etc.

 

De esta manera, la suelta del ganado para que sobreviviera de forma extensiva sin apenas aportes externos de alimento se convirtió durante siglos en una estrategia de superviviencia para la población majorera.

 

En torno a ello se fue desarrollando una economía propia y toda una serie de prácticas y costumbres que han conformado una cultura singular asociada a la “ganadería de costa”.

 

La definición de la figura de los “Comisionados de Costa”, los usos asociados a los terrenos del denominado “Mancomun”, la conservación y trasmisión de las gambuersas, la organización y desarrollo de las apañadas, las propias técnicas de pastoreo, la tarea de los bastidores, la participación vecinal y hasta la gestión de las marcas y la definición de la propiedad de las crías, son algunas de las componentes de esta actividad.

 

La mala prensa de las cabras sueltas en toda Fuerteventura está dañando la imagen del ganado de costa, un tipo de ganado, que efectivamente pasta libremente, pero que lo hace bajo los límites del mancomún, y que sí está controlado y alimentado debidamente por los comisionados de la isla.

 

Saber diferenciar entre el ganado de costa y las cabras sueltas es muy importante según los comisionados, ganaderos encargados de velar por las más de veinticinco mil cabras de costa que aún hoy perduran en la isla. “Las cabras de costa son parte de nuestra historia y nuestro modo de vida, y los comisionados trabajamos para que se conserve esta tradición” asegura Vicente Herrera, comisionado del Valle de la Cueva quien apunta a que “nosotros trabajamos 24 horas al día y si nos llaman que una cabra del comisionado se ha saltado la reja y ha entrado en una propiedad privada, vamos inmediatamente a solucionarlo –asegura- pero las cabras que andan por ahí sueltas sin control no pertenecen al mancomún”.

 

 

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