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Una joya natural entremareas

30 personas visitan el Saladar de Jandía con el biólogo Stephan Scholz y el ornitólogo Marcelo Cabrera

 

Redacción NoticiasFuerteventura

 

Unas 30 personas participaron este fin de semana en la charla y la visita guiada al Saladar de Jandía, en Morro Jable, que organizó la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Pájara, que dirige Farés Sosa, dentro de su programa de conmemoración del Día Mundial de los Humedales.

 

La actividad corrió a cargo del biólogo Stephan Scholz y el ornitólogo Marcelo Cabrera, que dieron a conocer a los asistentes todos los secretos de la vegetación halófila del Saladar de Jandía, sus características y la importancia de los humedales de Fuerteventura.

 

Durante la charla se informó a los participantes sobre las plantas invasoras del Saladar y las aves que lo frecuentan, como las limícolas migratorias, introducidas o invasoras

 

“Con estas actividades concienciamos sobre la importancia de este tipo de enclaves, inculcando un mayor interés por la naturaleza y el patrimonio medioambiental de la Isla, con actividades que han tenido lugar ya con escolares y ahora hemos abierto con gran éxito al público general”, explica el concejal de Medio Ambiente, Farés Sosa

 

El Saladar de Jandía se caracteriza por su vegetación halófila, que sobrevive en la zona gracias a su adaptación a condiciones de alta salinidad. Este espacio natural se encuentra habitado por plantas como el mato moro, la uva de mar y la busquilla; y recibe a aves migratorias europeas que utilizan el lugar para nidificar y descansar.

 

Unos 200 escolares participarán en total en las actividades de conmemoración del Día de los Humedales que organiza la Concejalía de Medio Ambiente. El programa incluye diferentes charlas en centros educativos y visitas al Saladar impartidas durante todo el mes de febrero.

 

Este humedal constituye casi la única representación del ecosistema denominado matorral halófilo termoatlántico, consistente en una comunidad vegetal que soporta inundaciones periódicas producidas por la pleamar. El océano, en el continuo subir y bajar de las mareas, actúa como elemento determinante de esta comunidad tan singular. Es frecuente que en la pleamar esta zona a cientos de metros tierra adentro de la línea de costa en marea baja, se inunde con agua de mar formándose curiosas charcas de salmuera cuando el agua, por la acción solar, comienza a evaporarse.

 

Saladar con el Faro de Morro Jable al fondo.

 

Aunque el litoral pueda presentar un fuerte oleaje, normalmente una barrera natural de rocas o arena actúa de protección adquiriendo el hábitat un elevado grado de estabilidad. Las plantas quedan total o parcialmente sumergidas durante varias horas al día. La principal dificultad que los vegetales tienen que superar es la enorme concentración de sal que absorben. Este problema lo han resuelto almacenando gran cantidad de agua en gruesas hojas disminuyendo así el porcentaje de sal. Otro recurso empleado es secretarla a través de minúsculas glándulas dispuestas a lo largo de las hojas. Los suelos están compuestos fundamentalmente de limos y arcillas de grano fino, muy compactadas debido a las sucesivas inundaciones.

 

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