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Normalidad deportiva en Puerto del Rosario

 

 

 

Lo primero que se montó de la estructura de la Bestial Race en la plaza del Palacio de Congresos de Puerto del Rosario fueron la banderas publicitarias del Ayuntamiento. Esa era la prioridad: lo normal. Lo segundo fueron las estructuras de madera que ustedes pueden ver en la foto.

 

En esta sociedad nuestra hemos adoptado como normal que en un espacio público como una plaza que carece de mantenimiento por falta de personal, se prepare todo el montaje para hacer una prueba deportiva privada.

 

Da igual que la plaza sirva de tránsito para los alumnos de la Escuela de Música, para los de Enfermería, a los de la UNED y hasta para los usuarios dela Biblioteca. No importa que hasta se haga justo debajo de la sala de estudio de 24 horas. Ni se inmutan porque sea una plaza en la que cualquier vecino o visitante, si quiere, puede ir a pasear. ¿No hay tableros o solares libres en este municipio?

 

Es normal lo que ahora ocurre en la plaza del Palacio de Congresos porque en Tetir, hace apenas unos fines de semana, se dedicó una plaza y una calle pública a una fiesta carnavalera organizada por establecimientos privados. ¿Han vuelto por la zona?

 

Había antecedentes, y por lo tanto es normal, porque la Plaza de la Iglesia de Puerto del Rosario se ha convertido en los últimos tiempos en el lugar idóneo para fiestas de todo tipo de iniciativa privada. ¡Qué vivan mis impuestos!

 

Instalados en esta normalidad local, ya no nos escandalizamos porque el Oasis (¿recuerdan? el único polideportivo municipal cubierto), lleve 4 meses cerrado. Lo del Oasis ya es normal.

 

Que la piscina municipal (sí, justo al lado del recinto de la Bestial Race) vaya para dos años clausurada... Normal, ¿no? O que la pista de atletismo de Risco Prieto y su gimnasio/garaje (¡!) vaya camino de pasar a la historia de los desastres y la falta de mantenimiento. Todo normal.

 

Este tipo de 'normalidades' con las que nos/se entretienen los ediles son las que luego, en una sociedad normal, se pagan en las urnas. Porque la bajadita también funciona con toda normalidad. Y allí cada vez hay más gente esperando. Con toda normalidad.

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