La bestia sigue rugiendo “y no va a a parar”
Empieza a detectarse una fuerte fatiga psicológica en los habitantes del Valle de Aridane y el consiguiente deterioro vital
Carmen López, responsable de la red de Vigilancia Volcánica del Instituto Geográfico Nacional (IGN) explicaba hoy que no hay signo alguno que apunte hacia el agotamiento del volcán que entró en erupción el pasado 19 de septiembre, por lo que no se ve que haya llegado el momento de terminar.
Todo esto en una de las noches más complicadas para los habitantes del Valle de Aridane, los cuales están pasando por un drama, no solo con la perdida de sus casas, sino con los derivados problemas psicológicos de la destrucción, el ruido y la furia del Volcan de Cumbre Vieja.
En ese sentido el Hospital General de La Palma, adscrito a la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, ha prestado su colaboración en el estudio IPSI-VOLCanarias sobre el impacto psicológico de la erupción volcánica de La Palma.
El estudio lo desarrolla el equipo de Investigación del Área de Psiquiatría de la Universidad de Oviedo y, como parte del mismo, se ha habilitado una encuesta dirigida a los habitantes de todas las Islas Canarias que incluye preguntas sobre aspectos demográficos (lugar de residencia, edad, sexo, estado civil, etcétera), el grado de afectación de la erupción a nivel personal y familiar, aspectos clínicos de salud mental y cuestiones acerca del nivel de ansiedad, tristeza y estrés que se ha experimentado en los últimos días.
De esta forma el digital eltime.es afirmaba esta mañana que “tras 40 noches de estruendos, explosiones y temblores la mente de los habitantes del Valle de Aridane está al límite de resistencia. La que se vivió anoche fue de las peores que se contabilizan en todo este tiempo, con un constante rugido ensordecedor que no cesó casi en toda la madrugada. ¡Una noche de locos!.”
Conciliar el sueño era casi tarea imposible si vives a menos de 5 o 6 kilómetros del cráter eruptivo, esto es prácticamente todo el Valle de Aridane, con las poblaciones de El Paso, Los Llanos de Aridane y Tazacorte, en donde habitan casi 40 mil personas.
Pero se escuchó aún más lejos, en zonas de Fuencaliente o Tijarafe. Incluso habitantes de Mazo han confirmado que anoche se escuchó con claridad el volcán desde la otra vertiente de la Isla.