La FV 2 sigue siendo una de las peores carreteras de Canarias
El último accidente refleja la importancia de una reflexión profunda sobre la peligrosidad de la carretera del sur de la isla
Aunque siempre que hay un accidente se puede achacar a un fallo humano, parece más que evidente que el volumen de tráfico de la FV-2 entre El Matorral y La Lajita (hasta el inicio de la autovía) hace que la peligrosidad de esta vía siga segando vidas de majoreros y visitantes.
Si bien los datos de accidentes durante la pandemia bajaron considerablemente debido a una considerable disminución del tráfico, en este 2022 la situación vuelve a complicarse y se multiplican los accidentes en esta carretera.
Es precisamente esta vía la que está en el subconsciente de todos los habitantes de Fuerteventura en cuanto a siniestralidad. Las largas rectas del tramo Tequital– Tenicosquei, o el tramo de Las Salinas del Carmen a Pozo Negro, han sido testigo de varios accidentes graves que en los últimos años hacen entrever la necesidad del tramo de autovía del eje norte sur en la zona.
Trágicos desenlaces para accidentes que se podrían haber evitado. Pero, ¿qué está pasando? El exceso de velocidad, los adelantamientos indebidos y el gran volumen de tráfico que se registran en las carreteras de la isla podrían estar detrás de estos siniestros. De hecho quienes circulan a diario por la FV-2 alertan de esta situación, “todos los días vemos como se producen adelantamientos peligrosísimos” aseguran, y apuntan incluso a que hay menos accidentes de los cabría esperar viendo la cantidad de infracciones que se cometen.
Estas son de diversa índole, pero según datos de la DGT la estrella es el teléfono móvil en Fuerteventura, excepto en la zona cercana a Puerto del Rosario, que se lleva la palma en el histórico de infracciones por consumo de alcohol o sustancias estupefacientes.
El radar es también un elemento disuasorio en algunas vías, pero también hay quien piensa que existe un afán recaudatorio, “hay radares en zonas que no hay que pasar de 50, pero en la carretera del sur hay gente que va a 180 y no veo muchos radares ahí”, comenta Carmen Díaz, una usuaria de la carretera del sur que afirma haberse visto en alguna situación complicada, “bajo cada día a trabajar y la mayoría de las veces voy asustada”, afirma.
Fuerteventura cuenta, según el ISTAC con 791 coches por cada 1.000 habitantes, por lo que su parque móvil se sitúa en torno a 100.000 vehículos, y esta es otra de las claves de los datos de accidentes, y es que es que a diario carreteras como la FV2 a su paso por el aeropuerto registran casi 30 mil vehículos, entre residentes, transportistas y turistas.
"No existen puntos negros en la isla"
Aunque todos estamos de acuerdo en que la siniestralidad baja en función de las infraestructuras, el incremento del volumen y muchas infracciones al volante, ya que es el factor humano lo que está detrás del 90% de los siniestros registrado en la isla. la Guardia Civil en Puerto del Rosario, no existen puntos negros en las vías de la isla.
Además los datos apuntan a que los accidentes de tráfico más frecuentes se producen por alcance “lo que determina que el conductor no está atento. El uso del teléfono móvil, fumar o interactuar con los acompañantes suelen ser las distracciones más comunes”, afirman fuentes de la Guardia Civil.
Nuevos tramos de autovía
Lo que es una realidad es la mejora de las infraestructuras en la isla. El tramo de autovía del sur y la nueva realidad de La Caldereta a Corralejo han hecho que la los accidentes bajen mucho en estas zonas, de hecho según nos confirma la DGT con sus datos, desde que las autovías entran en funcionamiento la siniestralidad baja casi un 80%.
La llegada de los arcenes a las vías secundarias dependientes del Cabildo insular también dieron un salto de calidad a nuestras carreteras, “aún recuerdo cuando no había arcenes y ante cualquier problema te ibas al malpei, ahora es otra cosa”.
Por otro lado, en estos momentos el tramo comprendido entre la glorieta de La Caldereta y el enlace de Lajares de la nueva autovía FV-1 ha mermado la afección del paso de los vehículos por las dunas de Corralejo donde circulaban diariamente unos 10.000 coches. Una carretera que se había convertido en una zona muy peligrosa por el acceso a las playas y el volumen de tráfico.