Los nómadas digitales y la problemática que se avecina

El sueño de cualquier trabajador centroeuropeo, ganar en Alemania y vivir en la playa majorera, pero ¿Dónde se pagan los impuestos?

El Patronato de Turismo de Fuerteventura ha iniciado una campaña para atraer nómadas digitales “con el objetivo de lograr que vengan a la Isla cada vez más personas que puedan teletrabajar atraídas por el clima, las playas y la gastronomía y la amplia oferta de turismo activo que ofrece el destino majorero”.

Pero las autoridades de la isla, y por extensión del archipiélago parecen no haber caído en la cuenta de la problemática fiscal que se genera alrededor de un número cada vez mayor de los llamados “nómadas digitales”. En este sentido estos trabajadores no suelen cambiar su residencia y por tanto no se convertirán en contribuyentes del sistema español. Se tratará de turistas que no son turistas, pero así los consideran la diferentes campañas promocionales.

Campaña del patronato

Bajo el lema “Paradise Office” -la oficina paraíso-, “la campaña trata de posicionar la isla como destino para coworkers haciendo hincapié además en la baja fiscalidad del destino para este tipo de empresas y profesionales”, afirma el Cabildo Majorero en nota de prensa.

La Consejera de Turismo, Jessica de León, entiende “que este segmento está en auge debido a la pandemia y ‘aunque no es un visitante al uso, porque reside largas temporadas en la isla, gasta como un turista y conoce la gastronomía y las tradiciones, descubriendo los bellos rincones que tiene Fuerteventura, practicando deporte activo e integrándose mucho más con el entorno, lo que genera un mayor incremento del gasto y del beneficio para todos los sectores”, en opinión de la consejera.

El interés que despierta actualmente Fuerteventura como lugar donde teletrabajar es indiscutible. “Por ello, el Patronato de Turismo completará en los próximos meses esta estrategia con acciones en la isla para que, de forma presencial, los teletrabajadores trasladen al resto del mundo su experiencia laboral en Fuerteventura”, afirma la nota de prensa.

Conflicto a medio plazo

Fuentes jurídicas y laborales consultadas por Noticias Fuerteventura plantean grandes incógnitas con el teletrabajador extranjero, “ya que no se trata de turistas, se trata de trabajadores que no cotizarán aquí, usan nuestras infraestructuras, nuestra sanidad, nuestros servicios, nuestra seguridad y además tienen mayor poder adquisitivo, por lo que se genera una situación de absoluta desigualdad, ganan más y no pagan impuestos”.

“Si no pagan la seguridad social en Canarias, y no pagan el autónomo como cualquier hijo de vecino, ni impuesto de sociedades, siguen generando riqueza en sus países de origen y dejan la propina en Fuerteventura, no me parece que sea ningún chollo, sobre todo a los que pagamos religiosamente cada mes”, afirma dicha fuente.

“Una cosa es dar servicio a un turista, otra muy diferente es convertirnos en serviciales camareros de una nueva clase de personas que viven en Fuerteventura y pagan sus impuestos en Alemania. Se nos va a quedar una cara de bobos tremenda. Será la nueva aristocracia”, afirma, y continúa, “toda esta nueva política de atraer este tipo de trabajadores va en contra de la población local, a menos que se consiga una legislación de compartir tributos y tasas, y aún así solamente estamos atrayendo a más población que genera empleo y riqueza fuera de Fuerteventura, aquí, en la isla solamente genera camareros y profesores de surf”.

La vivienda se encarece

Hay otro dato que los gestores de lo público tampoco parecen tener en cuenta y es la inflación que se genera en los precios vía precio de la vivienda, "y es que al venir con un mayor poder adquisitivo generan una sobre oferta en la demanda de viviendas en la isla, que se tornan en vacacional de larga duración, con la consiguiente falta de viviendas y el encarecimiento de las mismas. De esta manera se está generando otra vía de agua en el conflicto social por ese lado", afirma un vecino de Corralejo que lo padece en sus carnes.

Campaña del patronato por toda Europa

En su primera semana de funcionamiento, la campaña ya ha registrado cerca de 900.000 impresiones en los dos canales en que se está realizando -Google Display y Linkedin- con una amplia difusión en distintos países europeos, entre los que destacan especialmente Reino Unido, Francia y Alemania, donde el número de impresiones se sitúa por encima de los 170.000 en los dos primeros casos, y de los 150.000 en el tercero.

‘La campaña está pensada para los canales en los que se informan este tipo de profesionales; por ello, está segmentada al milímetro y dirigida a una audiencia no solo de jóvenes entre 30 y 50 años sino también al segmento familiar, posicionando la isla como destino para familias que teletrabajen”, asegura De León.

En estos momentos, el mercado francés lidera el número de clics, seguido de cerca por Reino Unido y Alemania, por lo que durante el mes de duración de la campaña se espera superar los 2 millones de impacto.

Regulación del teletrabajo internacional

A día de hoy el teletrabajo internacional no tiene una regulación normativa específica, algunos países (Estonia, Croacia, Alemania), se han anticipado y han decidido dar respuesta a una realidad propulsada por la pandemia del Covid regulando una figura similar: las visas para nómadas digitales (Digital Nomad Visas).

Este tipo de visados permiten a los trabajadores permanecer legalmente en el país de destino para realizar su servicio en régimen de teletrabajo si cumplen determinadas condiciones: (generalmente, acreditar ingresos mínimos, tener algún seguro médico, etc).

Sin legislación en España

El estado español no tiene todavía legislación para tratar de paliar estas circunstancias, se está tratando de dar forma a la “Ley de Start Ups”, actualmente en fase de Anteproyecto, y que “incluye importantes ventajas fiscales y facilidades para los nómadas digitales que desean instalarse en nuestro territorio para desempeñar su actividad profesional”, según los expertos.

El problema es que las personas en Europa no tienen que justificar sus movimientos por territorio UE, y el teletrabajo está directamente relacionado a la libertad que da internet, por tanto la encrucijada está servida.