El presidente Sánchez acusa al PP de intentar “amordazar” al Congreso en un “complot burdo”
El presidente del Gobierno lanza desde Bruselas un duro mensaje a la “derecha política, judicial y mediática”
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, afirmó ayer, por la noche, desde Bruselas, que el bronco debate del Congreso vivido ayer ante la votación de la reforma penal, no obstaculizará al Ejecutivo. “Han intentado amordazar el Parlamento. Estamos ante un intento de atropellar nuestra democracia por parte de la derecha y la ultraderecha jaleada por la derecha democrática. Quiero trasladar un mensaje de tranquilidad. La Constitución se va a cumplir y nuestra democracia va a prevalecer”.
El Tribunal Constitucional, que lleva nueve meses sin resolver las medidas cautelares solicitadas por el diputado tinerfeño Alberto Rodríguez respecto a la suspensión de sus funciones como tal, quiso infructuosamente tratar ayer de urgencia los recursos presentados por la oposición al Gobierno de España para impedir la anclada votación de la reforma que agiliza la renovación del Tribunal Constitucional.
En una comprensible reacción ante la gravedad de los hechos, el todavía presidente del Tribunal Constitucional, Pedro González-Trevijano, como prestigioso jurista, decidió ayer aplazar hasta el próximo lunes la decisión sobre las medidas cautelares solicitadas desde la oposición.
Las reformas del Ejecutivo pretenden acabar con el injustificable bloqueo desde el CGPJ para renovar el TC, que, por citar un ejemplo, tiene a la Audiencia de Santa Cruz de Tenerife (así como a otras siete por todo el país) sin poder nombrar desde el mes de marzo del año pasado el relevo de importantes cargos, como ya denunció el actual presidente del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC), Juan Luis Lorenzo Bragado. Sea como fuere, el bochornoso escándalo registrado ayer en el Congreso fue histórico.
Tanto PP, como Cs y Vox renunciaron a votar (este último se ausentó de la Cámara), tras ver frustrado su intento de que los magistrados del TC suspendieran ayer la votación en el Congreso, en lo que hubiera sido un hecho inédito en los años de democracia. El lunes tienen una nueva oportunidad para impedir que la reforma del Código Penal salga adelante en el Senado.
El Gobierno y la oposición se acusaron de golpismo durante un debate que llegó al límite de la crispación. El portavoz socialista, Felipe Sicilia, reprochó a la oposición conservadora que intentara con artilugios hacer lo mismo que Tejero el 23-F de 1981, o sea, impedir una votación en el Congreso.
Sánchez acusó ayer desde Bruselas al Partido Popular y a Vox de provocar un “complot burdo” para “amordazar” al Parlamento después de que presentaran recursos.