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La falta de autocrítica diluye a NC frente al factor renovador de Primero Canarias

La formación canarista se descompone y pierde a un nuevo concejal que se marcha al partido de Teodoro Sosa

 

  • Redacción NoticiasFuerteventura
  • Yeray G. Nuez

     

    "Aquí estamos las personas de los pueblos de Gran Canaria. Atrás quedan las viejas glorias y los cargos eternos, las condescendencias y los personalismos". Este podría bien ser el resumen del sentir de los 96 cargos electos que se han marchado de Nueva Canarias (NC), algunos de los cuales ya forman parte de Municipalistas Primero Canarias, el partido fundado por los alcaldes de Gáldar y Agüimes, Teodoro Sosa y Óscar Hernández, respectivamente. La frase, lapidaria, cuya segunda parte podría servir de epitafio para una formación como la canarista, en descomposición, fue pronunciada por la concejal de La Aldea de San Nicolás, Ingrid Navarro, a finales del mes de abril, cuando 22 ediles -incluida ella- de siete municipios de la isla abandonaron NC para unirse a “un proyecto ilusionante”.

     

    Y es que desde que en la madrugada del 29 de enero -aunque la rebelión empezó mucho antes-, la asamblea del Bloque Nacionalista Rural (BNR), el partido liderado por el vicepresidente del Cabildo de Gran Canaria, Teodoro Sosa, decidiera por unanimidad romper con Nueva Canarias y crear una nueva formación insular, una "marca" que nace "con ilusión" para volver a la "esencia", como él mismo declaró, todo han sido malas noticias para la ‘Vieja Canarias’ de Carmelo Ramírez, Pedro Quevedo o Luis Campos, la guardia pretoriana de un César, Román Rodríguez, que va camino de morir fiel a lo que ha destruido los pilares de su templo: la búsqueda de enemigos externos por falta de autocrítica y un desmedido exceso de ego que le ha impedido dar un paso a un lado y dejar espacio para la necesaria regeneración.

     

    Una nueva pérdida y una vieja acusación

     

    El último en hacer las maletas y bajarse del barco canarista ha sido José Eduardo Ramírez, concejal de Movilidad del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, quien desde hace escasamente un día, es miembro de pleno derecho de Municipalistas Primero Canarias, despertando la cólera de su excompañero de partido y aún compañero de gobierno capitalino, Pedro Quevedo, que ayer ya consideraba el movimiento como "un acto de transfuguismo de libro" y pedía "que devolviese el acta”, y si así no fuera, “debe haber consecuencias".

     

    Pero Ramírez no se ha ido solo; junto a él otros 20 compañeros de NC se han dado de baja en el partido, y aunque “nos ha costado mucho tomar esta decisión, difícil y dolorosa, era absolutamente necesaria” tras asistir al “progresivo desmembramiento y deterioro de la organización que contribuimos a construir”, aseguraba. Ahora en Primero Canarias, destaca que la diferencia con NC radica en que “entendemos el municipalismo de reunirse con la gente, no de interpretar lo que necesita la ciudadanía”.

     

    Más allá de la demandada a voces autocrítica por la gran mayoría de personas que han salido por piernas del partido, los canaristas, en boca de Pedro Quevedo, han vuelto a mostrar su despecho asegurando que "cuando se hace una traición a lo que uno representa y se lleva a cabo un acto de transfuguismo eso debe tener una consideración crítica. El transfuguismo es un elemento de corrupción política". Y como han reproducido con cada escisión, las razones de la fuga son externas, ya que "detrás de la operación está el alcalde de Gáldar, Teodoro Sosa, y sus intentos de confluir, a medio plazo, con el partido del secretario general de Coalición Canaria, Fernando Clavijo".

     

    Esta táctica de ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio está siendo la sentencia de un partido cuyos dirigentes “hacen oídos sordos y se cierran en banda y permiten de manera lamentable que se vayan yendo poco a poco compañeros que llevan 20 años”, apuntó José Eduardo Ramírez. En cuanto a las acusaciones de transfuguismo, “el 80% de esas personas que fundamos el partido ya estamos fuera de Nueva Canarias”, también los que “nos votaron para que fuéramos nosotros a las listas, ¿somos tránsfugas cuando somos la gran mayoría los que estamos fuera?”, se preguntó.

     

    La guerra de Román Rodríguez y su guardia pretoriana contra el sector crítico que surgió en el seno de Nueva Canarias conformado por los “alcaldes rebeldes” y encabezado por Teodoro Sosa no ha sido el único frente abierto en la formación. Aquellos que pedían diálogo, autocrítica y renovación desde dentro del partido no sólo fueron acusados de querer dinamitarlo, sino de estar acercándose al enemigo nacionalista de Coalición Canaria comandado por Fernando Clavijo.

     

    Tanto fue así que el propio presidente de NC-BC, Román Rodríguez, acusó al jefe del Ejecutivo autonómico de estar detrás de las deserciones, y de tener un plan para eliminar el nacionalismo progresista y crear una 'marca blanca' de CC en Gran Canaria. Algo que Clavijo desmintió recomendándole “mirar un poco hacia dentro y preguntarse cuáles son las consecuencias de que quien rompió Coalición Canaria en su momento, hace 20 años, también ahora haya contribuido a romper NC. Que no busquen los culpables fuera. Es más, deberían, a lo mejor, hacer autocrítica".

     

    Está claro que en Gran Canaria CC está ahora más cerca de Primero Canarias que antes, y que a nivel regional hay buena sintonía. Ha sido el propio Pablo Rodríguez, secretario general de los nacionalistas de la isla, quien en cuestión de futuros pactos ha tendido la mano a Teodoro Sosa y a otras fuerzas municipales. Capítulo a parte en las posibles alianzas de cara a 2027 merece la indiscutible alcaldesa de Mogán, Onalia Bueno, su salida de CC y la fundación de su nuevo partido Somos Gran Canaria. El nacionalismo parece haber renovado fuerzas, ahora habrá que ver si las unirán para avanzar en conjunto o las utilizarán para luchar entre las distintas formaciones.

     

    Incluso el todopoderoso presidente del Cabildo de La Gomera y líder de la Agrupación Socialista Gomera (ASG), Casimiro Curbelo, aseguró en una reciente entrevista radiofónica en el medio Crónicas de Lanzarote, que “si esa plataforma -en referencia a Municipalistas Primero Canarias-  fuera para defender los intereses de Canarias, respetando la autonomía de cada una de las fuerzas políticas que la integran, me embarco mañana mismo”.

     

    Municipalistas Primero Canarias reúne hasta el momento a ocho agrupaciones locales de Gran Canaria -incluida Roque Aguayro del presidente del Cabildo, Antonio Morales- y a 23 concejales escindidos de NC. La formación se presenta como una fuerza nacida desde el municipalismo, alejada de las etiquetas ideológicas tradicionales y centrada en las necesidades reales de los municipios canarios.

     

    El alcalde de Agüimes, Óscar Hernández, preside su comisión gestora integrada por 31 personas, y con representación paritaria de los municipios en los que ya cuentan con asambleas locales. Recién constituido, el partido liderado por Teodoro Sosa, ya se ha convertido, al menos por las líneas que se van trazando, en una alternativa nacionalista a tener en cuenta en 2027. Lo que nadie puede atisbar es si por esas fechas, Nueva Canarias contará con alguna posibilidad, o con algún miembro que ilusione. 

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