Las microalgas vuelven al archipiélago
En Tenerife obligan a cerrar todas las playas de Candelaria
Se confirma, las microlgas han regresado. Al final de la semana pasada aparecieron por Candelaria, obligando a desaconsejar el baño en dos playas del municipio. Una semana después, el Ayuntamiento de Candelaria ha vuelto a colocar los mismos carteles de advertencia a sus vecinos y visitantes, para disuadir desde ayer, de forma preventiva, de bañarse en todas las playas del municipio tras detectarse la presencia de microalgas en el agua. “Desde el área de Sanidad se realizará un seguimiento de la situación y se comunicará en canales oficiales la evolución de estos enclaves”, termina diciendo el comunicado del consistorio, que no prohíbe ni cierra las playas, pero si desaconseja introducirse en el agua.
En esta ocasión, la presencia de microalgas ha sido más evidente que hace diez días cuando se recomendó no bañarse en las playas de Puntalarga y Los Guanches durante casi cinco días. Las manchas marrones se han visto a simple vista, como así han alertado algunos vecinos a través de las redes sociales, pero no solo en Candelaria, sino también en otras calas del sureste de Tenerife, sin que, como ha ocurrido con Candelaria, desde sus administraciones locales se informe de la presencia o no de estas cianobacterias, que se hicieron famosas hace cinco años cuando habitaron durante largo tiempo entre nosotros, sobre todo en las islas occidentales y Gran Canaria, como informó especialmente DIARIO DE AVISOS.
Las autoridades no se han pronunciado de momento ante la nueva situación, pese a que las imágenes capturadas estos días por los tinerfeños plasman manchas en el litoral del sureste tinerfeño, que la semana pasada también tuvo episodios de cierre de playas en Granadilla de Abona, pero en este caso por los efectos de escorrentías de las lluvias caídas un día antes.
Las microalgas son, según los científicos, cianobacterias (Trichodesmium erythraeum). Un ser vivo unicelular con algunos filamentos que, si se dan las condiciones adecuadas, se agregan rápidamente unas a otras formando cadenas (tricomas) y su acumulación o agregación en la superficie del mar puede formar hileras kilométricas, que las corrientes llevan hasta la costa. Desde junio de 2017 hasta final de aquel verano su presencia fue una constante en Canarias. No se hablaba de otra cosa que no fueran las microalgas, aunque no hubiera riesgo para la salud.
Tanto que la Consejería de Política Territorial, Sostenibilidad y Seguridad del Gobierno de Canarias activó en 2018 una embarcación para el control de floraciones de microalgas cercanas a zonas de baño tras aparecer de nuevo enormes manchas en la zona de Masca y Los Gigantes, al oeste de Tenerife.
De igual manera, se ha buscado la utilidad de las microalgas. El ITC (Instituto Tecnológico de Tenerife) creó hace años la empresa público-privada Algalimento S.L. con el objetivo de preindustrializar la producción de alimentos elaborados a partir de microalgas. El proyecto Spiterm del ITER pretende aprovechar las aguas geotermales de Tenerife para reducir los costes de producción comercial de la microalga Spirulina. La industria alimentaria las ha incorporado a flanes, helados o mermeladas. Apuntan que cerca de 30.000 especies de microalgas generan por lo menos un 50% de la actividad de la fotosíntesis global del planeta.
