El último viaje del Spaceman: adiós a Ace Frehley

El sonido de una guitarra se apaga, pero el eco perdura. El universo del rock ha perdido a una de sus estrellas más brillantes: Ace Frehley, el legendario guitarrista y cofundador de Kiss, ha fallecido a los 74 años, en Morristown, Nueva Jersey. La noticia ha caído como un rayo entre los fanáticos, que todavía recordaban su energía eléctrica y su inconfundible sonrisa bajo el maquillaje plateado del “Spaceman”.

Frehley había sufrido una caída accidental semanas antes, un tropiezo doméstico que al principio no pareció grave. Pero el golpe derivó en una hemorragia cerebral que complicó su salud hasta dejarlo conectado a un respirador artificial. Finalmente, su familia confirmó su fallecimiento, rodeado de sus seres queridos, en un ambiente de silencio y cariño.

“Su música era del espacio, pero su alma siempre fue de la Tierra”, escribió uno de sus fans en redes sociales apenas se conoció la noticia. Y acaso esa frase resume mejor que ninguna otra la vida de Ace Frehley: un hombre que soñó entre galaxias, pero que tocó cada nota con la crudeza de la realidad.

Paul Daniel Frehley nació en el Bronx, Nueva York, en 1951. Era un chico tímido, amante de la ciencia ficción y de los cómics, que encontró en la guitarra una vía de escape del ruido urbano y de la adolescencia difícil. En 1973, junto a Gene Simmons, Paul Stanley y Peter Criss, fundó Kiss, una banda que no solo cambiaría el sonido del rock, sino también su manera de mostrarse al mundo.

Ace fue el creador del personaje del Spaceman, con su maquillaje brillante, su traje de luces y su actitud entre lo cósmico y lo rebelde. Sobre el escenario parecía venir de otra galaxia: lanzaba chispas de su guitarra, doblaba las rodillas y hacía vibrar el aire con solos que parecían propulsados por motores espaciales. Detrás de la teatralidad, sin embargo, había un músico de enorme talento. Su forma de tocar a veces era sucia pero llena de melodía. Su solo en “Shock Me” o los riffs de “Cold Gin” son ya parte del ADN del rock. Ace Frehley no era solo un guitarrista; era un personaje mitológico, mitad estrella, mitad astronauta.

Como todo héroe del rock, Frehley vivió entre extremos. La fama lo llevó alto, pero también lo empujó hacia adicciones y conflictos internos que lo separaron de Kiss en 1982. “No podía seguir siendo alguien que ya no era”, dijo años después. Aun así, su espíritu libre lo mantuvo en pie. En los ochenta fundó Frehley’s Comet, y siguió tocando con la misma pasión de sus años jóvenes. Luego, en los noventa, regresó a Kiss para las giras de reunión, reencontrándose con sus viejos compañeros en escenarios gigantescos, frente a multitudes que todavía creían en el poder del maquillaje, el fuego y los himnos del rock.

Con la muerte de Ace Frehley, el rock pierde a una de sus estrellas más auténticas. Fue un músico que nunca se conformó, que vivió con intensidad y que dejó una huella indeleble tanto en los escenarios como en la memoria colectiva.