Complejo Basal de Ajuy, de cuando los dinosaurios dominaban la tierra
En el acantilado norte del Barranco de Ajuy aflora una zona basáltica que se data entre 100 y 150 millones de años
Aunque el complejo basal de la zona se haya formado en el Cretácico, cuando los tiranosaurios campaban a sus anchas como el depredador en lo alto de la pirámide alimenticia, si es cierto que este complejo vería la luz como parte de una isla millones de años después, ya en la era Cenozóica, según los últimos estudios hace entre 25 y 30 millones de años, siendo con muchísima diferencia la zona más antigua de Canarias.
Geológicamente este espacio tiene, en este sentido, una especial relevancia, ya que en él se localizan los materiales más antiguos de todo el Archipiélago. En el acantilado situado en el margen septentrional del Barranco de Ajuy, al norte del pueblo, se puede observar el afloramiento del Complejo Basal, cuya antigüedad, como decimos, oscila entre los 100 y 150 millones de años, habiéndose formado, por tanto, en la época que los dinosaurios mandaban en el planeta.
Las rocas más antiguas, por tanto, son sedimentos propios de las grandes profundidades marinas que se elevaron, visibles en escasos lugares del planeta, que reciben el nombre de ftanitas. Se trata de arenas de cuarzo con bandas rítmicas y oscuras, pertenecientes, como decimos a la época Jurásico-Cretácica.
Si comparamos esta antigüedad con la que se estima que posee el afloramiento a superficie de esta zona de la isla, entre 25 y 30 millones de años, no deja de ser un motivo más de su gran interés científico. Estos materiales se generaron durante la separación de los continentes africano y americano, coincidiendo con la formación del Océano Atlántico, mostrando además numerosas intrusiones magmáticas más recientes en forma de diques.
En este sentido una visita por dicho acantilado norte nos traslada en un salto en el tiempo geológico de más de 100 millones de años, un viaje al pasado que sobrepasa incluso la formación de la propia Fuerteventura, cuya edad geológica, como decimos, es muy posterior.
Plioceno, playas fosilizadas
Con posterioridad, las variaciones del nivel del mar dieron origen a la formación de un depósito sedimentario marino sobre el que podemos observar la presencia de paleodunas de época pliocena que se encuentran situadas a más de 14 metros sobre el nivel del mar actual. Así nos encontramos una playa fosilizada de cuatro millones de años que presenta sedimentos del fondo oceánico.
Además, las ftanitas del complejo basal están atravesadas por multitud de diques y sobre ellas se localiza un depósito marino de conglomerados y areniscas que albergan abundante fauna fósil (conchas y caparazones) de hace cinco millones de años, que indica la existencia de un clima muy cálido, situado a una altura que varía entre los 10 y los 60 metros.
Estos hechos nos vienen a indicar que las oscilaciones climáticas modernas empezaron ya desde la época pliocena. Contemporáneamente a la formación de estos depósitos, una colada basáltica llegó al mar, siendo posteriormente erosionada por el oleaje, fragmentándola y generando guijarros que se observan intercalados en el depósito marino.
Hay que recordar que en el Plioceno, “solamente” hace unos 4 millones de años, los continentes seguían a la deriva y se formaba, por ejemplo el meditaráneo en un choque entre Africa y Europa, o se unía Sudamérica con norteamérica.
De esta forma la existencia de fósiles en los depósitos marinos y eólicos constituye un registro de gran importancia al objeto de interpretar y conocer con mayor detalle los cambios climáticos globales que se han sucedido en el planeta a lo largo de los últimos millones de años.
Algunos de los testimonios más notables derivados de dichos cambios se pueden observar gracias al descenso del nivel del mar tras la última regresión. Además, los fósiles encontrados nos marcan la evolución de algunos de los organismos marinos que estuvieron presentes en otras épocas.
