En libertad la mujer acusada de intentar asesinar a otra en Pájara
“La agresora tiene una orden de alejamiento de María, y ésta tiene miedo a que intente acabar lo que empezó”
La agresión tuvo lugar el 9 de noviembre y la mujer apuñalada, tuvo que recibir «puntos de sutura en una herida incisa en la oreja, en el cuello y en el rostro», rezaba el comunicado que poco después emitió la Guardia Civil.
«Cuando llegué al lugar de la cita, ella me dijo ‘sube al coche’ e intentó llevarme fuera del pueblo. Le dije que no, me daba miedo ir con ella a algún lugar alejado», cuenta María. Según la víctima: «Estaba explicándole que yo nunca había tenido nada que ver con su novio, pero se bajó, abrió la puerta de atrás y se puso a buscar algo, regresó, abrió la puerta de mi lado y se abalanzó sobre mí con un cuchillo grande».
«Menos mal que fue en aparcamiento y hubo coches que pararon y se acercaron provocando que esta mujer huyera, si no, no estaría aquí contándolo», relata al programa Mañaneros de TVE.
A esa hora, la Guardia Civil fue alertada de que una mujer había sido «brutal y reiteradamente apuñalada, recibiendo un corte de 5 centímetros de anchura en el cuello, en el interior de un vehículo, y siendo abandonada a su suerte en unos aparcamientos».
Los guardias del puesto de Morro Jable acudieron rápidamente al lugar de los hechos y comprobaron que la víctima estaba siendo trasladada al Hospital General de Fuerteventura. Las heridas evidenciaban la gravedad del ataque que había sufrido María, ya que presentaba varias laceraciones por arma blanca en la oreja, el cuello y el rostro.
Tras asegurarse de que la agredida estaba siendo atendida por los sanitarios, los guardias la interrogaron a ella y a los testigos, extrayendo una descripción de la presunta agresora y del vehículo que usó para huir tras el salvaje ataque. Esos datos permitieron detenerla y recuperar el arma utilizada en la agresión, una pieza clave para la futura investigación judicial.
La detenida, junto con las diligencias instruidas al efecto, quedaron a disposición del juzgado de guardia de Puerto del Rosario y un par de días después la detenida quedó en libertad como investigada por los delitos de amenazas y lesiones graves. “La agresora tiene una orden de alejamiento de María, y ésta tiene miedo a que intente acabar lo que empezó. María no entiende que su agresora esté en libertad a pesar del relato de los testigos y los mensajes de amenazas de muerte que entregó a los guardias civiles”, explican.