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En los últimos diez años el precio del alquiler en las Islas ha subido un 137 %

Según datos de Fotocasa, el precio de los inmuebles compartidos ha aumentado un 42 % en los últimos cinco años

 

  • Redacción NoticiasFuerteventura
  • Jorge Siverio

     

    El alquiler de una habitación en un piso compartido se ha convertido en una opción cada vez más frecuente entre las personas que buscan una vivienda en Canarias. Los motivos son diversos, pero el principal es el elevado precio de los inmuebles para un piso entero, que hace que muchas personas no puedan permitírselo o prefieran ahorrar en gastos.

     

    Estudiantes y trabajadores temporales han sido tradicionalmente el perfil del demandante de alquiler de habitación en piso o casa compartida, con derecho a zonas comunes. Pero ahora la figura de los solicitantes está cambiando, y muchas personas ya ven en el arrendamiento de una habitación en una vivienda distribuida con desconocidos la única salida para tener un techo bajo el que vivir.

     

    Sin embargo, con el aumento de la demanda de esta modalidad habitacional, los precios también se han disparado, concretamente un 42 % en los últimos cinco años, según datos recabados por el portal Fotocasa. La falta de recursos económicos y los elevados costes de los alquileres tradicionales son las causas directas del aumento de esta modalidad de arrendamiento.

     

    Crecen las habitaciones en pisos compartidos en Canarias un 13,8% respecto al año anterior

     

    El fenómeno de los pisos compartidos no es nuevo, pero sí ha cobrado más relevancia en los últimos tiempos, debido a la crisis económica, el cambio de hábitos de los ciudadanos y, sobre todo, la escasez de viviendas en el Archipiélago. Esto plantea una serie de retos y oportunidades tanto para los inquilinos como para los propietarios y las administraciones públicas. Sin embargo, en Canarias, los altos precios han provocado situaciones difíciles de creer, siendo este uno de los escenarios más complejos para muchos habitantes de las Islas en los últimos tiempos y, lo peor, no hay indicios de vislumbrar un final a corto y medio plazo.

     

    La especulación se ha disparado en la región con los salarios más bajos de todo el Estado, lo que provoca que, por ejemplo, en los últimos diez años el precio del alquiler en las Islas haya subido un 137 %. Y todo ello pese a que el precio medio de la vivienda en Canarias cayó un 2,4 % en el primer trimestre del año en comparación con el anterior, pero que llega a los 2.212 euros el metro cuadrado.

     

    Un escenario que hace inviable independizarse de la vivienda familiar

     

    Desde el Gobierno de España y canario se está fomentando la implantación de un modelo de convivencia llamado cohousing, que no es otro que compartir espacios en común con otras personas y vivir acompañado de amigos. Una nueva forma de ponerle nombre a lo que siempre se ha conocido como compartir piso, porque se caracteriza por contener zonas comunes -cocina, comedor, lavandería o habitación de invitados- que se comparten entre quieres forman parte de la comunidad, y luego también se conforma de habitaciones privadas individuales para tener espacio personal propio. El perverso arte de no llamar a las cosas por su nombre y utilizar eufemismos para dibujar una bonita realidad que realmente no es, algo que en los últimos tiempos está a la orden del día.

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    Sin embargo, Alberto Hernández no conoce de eufemismos ni de mundos de colores, y tiene que destinar 650 euros al alquiler para compartir piso en Santa Cruz de Tenerife, siendo ingeniero de telecomunicaciones. Allí vive con un compañero, porque si tuviera que vivir solo en la casa debería abonar la desorbitada cuota de 1.300 euros. "Nadie quiere gastarse más de la mitad del sueldo en una casa que, al fin y al cabo, no es suya", señala.

     

    Para Hernández, "los precios no van a disminuir, sino que seguirán creciendo", y ahora mismo es una "odisea" tanto buscar un piso que "esté bien" para alquiler como para comprar. Asimismo, señala que "hay que tener cuidado" a la hora de buscar alojamiento porque "hay muchas intentos de estafa".

     

    Ángel Rodríguez sí ha conseguido independizarse hace cinco meses tras conseguir un contrato como periodista que le permite "vivir", aunque recalca que "no bien". Durante su etapa como estudiante vivió compartiendo piso y asegura que "casi todos los años subían el precio" algo que veía "injustificable" y que le hizo cambiar de inmueble en varias ocasiones. Y es que, ante un mercado inmobiliario tan tensionado, muchos jóvenes han visto frustrado su deseo de emanciparse como consecuencia de una situación que califican como "insostenible". 

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