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La falta de vivienda sigue tensionando a los trabajadores del sector turístico

El alquiler vacacional sigue planteando mucha presión a la planta alojativa de Fuerteventura y zonas turísticas de Canarias

 

  • Redacción NoticiasFuerteventura
  • Diario de Avisos. Foto Fotos Aéreas de Canarias

     

    La situación de la vivienda en Fuerteventura, sobre todo en las zonas turísticas y la capital no para de tensionarse y de alguna manera afecta al mercado laboral de la isla. La lógica es aplastante, “si no hay vivienda para los trabajadores, deja de tener sentido trabajar en la hostelería”.

     

    La mezcla de bajos sueldos con falta de oferta u oferta disparatada por el vacacional se convierte en un coctel mortal para el normal desarrollo de la sociedad majorera.

     

    Una sociedad que se empobrece

     

    Aunque Canarias consiguiera ser en 2021 la segunda comunidad autónoma con mayor crecimiento de su Producto Interior Bruto (PIB) en términos de volumen, los datos reflejan que la riqueza que se genera en las islas no se reparte.

     

    Las cifras del PIB per cápita de Canarias muestran una tendencia constante a la baja, tanto es así que si se compara con los datos del 2000 las islas son las que mayor riqueza por habitante han perdido en los últimos 20 años.

     

    En 2021, las islas registraron el segundo peor índice por habitante del estado. Mientras que la media española se situó en 25.498 euros por habitante y la de la Unión Europea en 32.430 euros, la de Canarias se quedó en 18.990.

     

    Alertan de un colapso

     

     Este fenómeno es genérico en todas las islas, y más en las zonas turísticas, “El coste de los alquileres en el sur de Tenerife amenaza con colapsar el turismo”, alerta Manuel Fitas, secretario general de Sindicalistas de Base, organización mayoritaria en el sector de la hostelería.

     

    Sindicalistas de Base considera “insostenible” la situación por la “imposibilidad” de acceder a un piso donde residir. En declaraciones a Diario De Avisos Fitas advierte sobre el “desalojo” de los trabajadores de las zonas turísticas y del encarecimiento de los alquileres “por encima de la autopista y en barrios de medianías, donde los precios no bajan de los 800 euros”. Un factor que, asegura, aleja a los profesionales de sus centros de trabajo, situación que complican aún más los turnos partidos en el sector. “¿Cómo van a venir a trabajar al restaurante de un hotel, con turno de desayuno (de 8.00 a 12.00 horas) y de cena (de 18.00 a 22.00 horas), a tanta distancia de su residencia y con el colapso del tráfico que hay?”, se pregunta

     

    La patronal hotelera, Ashotel, achaca el problema, sobre todo, a tres factores: la falta de pisos públicos, los fondos buitre (que han retirado oferta del mercado para especular con ella) y el fenómeno de la vivienda vacacional. Sobre este último punto, los hoteleros reiteran que esta modalidad fue concebida no como un negocio turístico, sino residencial y que el suelo destinado a hoteles y apartamentos está planificado exclusivamente para dicho uso y sujeto a normas de obligado cumplimiento.

     

    Planteamientos desde la política

     

    La nueva consejera de Turismo, Jessica de León (PP), anunció el día de su toma de posesión, el pasado 15 de julio, que una de sus prioridades será “ponerle el cascabel al gato” del alquiler vacacional, es decir, regular una actividad turística en auge que tensiona el mercado de la vivienda y afecta a la prestación de servicios públicos.

      

    El mismo día de ser investido como presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo manifestó su intención de “fijar un límite de plazas” para el alquiler vacacional y puso como ejemplo la regulación del número de camas turísticas que establece el plan territorial turístico de Tenerife. Desde la jefatura del Ejecutivo regional se recuerda que el Plan General de cualquier ciudad define el número de camas turísticas y residenciales, y ambas deben estar en concordancia.

     

    ASOCIACIÓN ASCAV

     

    Desde la Asociación Canaria de Viviendas Vacacionales (Ascav) se insiste en que el alquiler de una vivienda privada a un turista representa en sí el “libre ejercicio del derecho que tiene cualquier persona a alquilar su propiedad” y recuerda que “el turismo es patrimonio de todos, no de unos pocos”. El colectivo defiende que el 100% del gasto de quienes se acogen a esta modalidad de hospedaje se queda en Canarias, excepto el coste del avión, y subraya la economía que genera en supermercados, restaurantes, bares y empresas de ocio y de alquiler de coches.

     

    Ahora, le toca mover ficha al Gobierno de Canarias. De momento, el gato sigue sin cascabel desde hace demasiados años, mientras el problema habitacional se agrava, Las estadísticas indican que Canarias se sitúa en el furgón de cola del país en salarios y entre las comunidades que están en la punta de lanza en el incremento de los alquileres. Dos datos antagónicos tan contundentes como preocupantes.

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