La ocupación hospitalaria más alta de la quinta ola
El archipiélago sufre las consecuencias de la alta tasa de contagios de los últimos tiempos
Canarias ha visto, como el resto del estado, que tras la importante subida de contagios, ha subido también el número de hospitalizaciones, pese a las altas tasas de vacunación
Los datos de Incidencia Acumulada de esta quinta ola “han sido brutales y tarde o temprano se ven reflejados en las incidencias sanitarias e incluso en los fallecimientos, afirman desde el gobierno.
En este sentido, las islas más perjudicadas son Tenerife y Gran Canaria, y sus hospitales de referencia, el Universitario y el Doctor Negrín. En el total del Archipiélago hay un 22% de camas UCI ocupadas en estos momentos.
Se dobla la curva de contagios
Las buenas noticias son que caen los contagios, las malas es que se sigue con altos números de hospitalizados. La fuerza de la campaña de vacunación desciende a medida que la población restante es más reacia a las vacunas y los datos afirman que quedan unas 150.000 personas mayores de 40 años que aún no se han puesto una dosis de la vacuna.
La justicia desmonta las políticas de control mientras Europa las implementa
Mientras en Europa muchos países comienzan a exigir el certificado COVID para determinados actos sociales, en el estado Español, mientras Galicia lo impone, en Canarias el TSJC tumba las medidas del gobierno en este sentido, en Andalucía se ponen en la nevera y en el resto del estado empiezan a llegar franceses que buscan una normativa más laxa para pasar el verano.
En este sentido, informa El Pais, 300 millones de personas ya tienen el certificado COVID en Europa y más de 21 países lo usan como “salvoconducto” en la vida cotidiana, provocando un debate que se centra en la salud y en la forma de entender la liberta de elección de algunos.
“La mutación del certificado en llave para el día a día ha provocado movimientos de protesta en países como Francia o Alemania, donde la población reacia a la vacunación se siente conminada a aceptarla so pena de convertirse en parias sociales. El debate parece llamado a arreciar aún más con el salto del certificado al ámbito laboral tras la decisión de algunos países de exigir la vacunación a sanitarios, docentes o profesionales en contacto con población vulnerable”, afirma el País.