La tendencia a la sobrepoblación se cierne sobre Canarias
350.000 personas más en las islas y preocupa mucho el ritmo de crecimiento de Fuerteventura
El archipiélago Canario verá incrementado de forma espectacular su población dentro de tan solo 15 años. Unas 350.000 personas se añadirán a los 2,2 millones actuales, lo que anticipa un gran impacto ambiental, social y económico, que exige adoptar medidas preventivas en un territorio que es limitado y escaso.
En este sentido se pronunciaba ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE), que estimó ayer que, en caso de mantenerse las tendencias demográficas actuales, la población de Canarias crecerá por encima de los 2,6 millones de habitantes en los próximos tres lustros.
Si nada cambiase, ello se deberá al aumento de nuevos residentes llegados a las Islas desde el extranjero, por cuanto la proyección de saldo vegetativo (diferencia entre nacimientos y muertes) en el Archipiélago de aquí al inicio de 2037 seguiría siendo negativa, mientras que la migración entre comunidades autónomas estaría prácticamente a la par.
Preocupa la tendencia majorera
La población de la isla de Fuerteventura se incrementará en la próxima década, concretamente en los próximos once años, en un 45%, esto supone que la isla alcanzará los 178.000 habitantes, de los que el 40%, es decir casi 71.000 personas, serán residentes extranjeros. En estos momentos los extranjeros suponen un 28.3%, 33.320 personas.
Fuerteventura aumentaría hasta este descomunal 45%, siendo minoría la población autóctona, en este sentido habría alrededor 71.000 personas de origen extranjero y un alto porcentaje de personas del resto de Canarias y de otras autonomías del estado, y Lanzarote ascendería un 29%, con 192.792 habitantes, de los que el 38%, 73.260 personas, serán residentes extranjeros.
Saldo vegetativo negativo
Así, el saldo vegetativo en las Islas arrojaría en los próximos lustros una tasa de casi 41 defunciones más que nacimientos (-40,8) por cada 1.000 habitantes (la media estatal sería durante el mismo periodo de -28,5), con el agravante en el caso de Canarias de que cada vez se acentuará más ese saldo negativo por el envejecimiento generalizado en un territorio que vivió su particular baby boom a partir de 1970.
Respecto al saldo migratorio con otras comunidades autónomas, el balance entre los que llegan y los que se van desde y hacia otros territorios españoles continuaría prácticamente a la par (-1,0 por cada mil habitantes hasta 2037).
La gran diferencia que explicaría ese notable aumento poblacional en el Archipiélago radica en el actual flujo migratorio respecto al extranjero, dado que la nueva proyección demográfica del INE sitúa a Canarias como la segunda autonomía que registraría en los próximos tres lustros una mayor diferencia entre los que llegasen desde el exterior y los que se fuesen, con un balance de 181,9 por 1.000 habitantes a favor de los primeros, solo por debajo de Baleares (190,6) y muy por encima de la media estatal (112,6). Es menester aclarar que en esta llegada de nuevos residentes desde el extranjero no juega, ni de lejos, un papel significativo la migración irregular que sobrevive a la ruta canaria de las pateras, por cuanto la inmensa mayoría de estas personas siguen camino hacia el continente europeo.
Resta añadir algunos datos a nivel nacional: España superaría los 51 millones de habitantes en 2037; Cataluña y Madrid registrarían los mayores crecimientos absolutos, y Castilla-León y Asturias, las mayores caídas.