Los vínculos petroleros de Marruecos con Israel frente a Canarias peligran con la guerra de Palestina
La israelí NewMed Energy había anunciado el pasado diciembre un acuerdo con la Oficina Nacional de Hidrocarburos marroquí y Adarco para buscar gas y petróleo en la costa del Sahara
Marruecos continúa impulsando y alentando la búsqueda de hidrocarburos en el Atlántico, en aguas territoriales y también en aguas que se solapan con las españolas o pertenecientes al Sáhara Occidental. La energética israelí NewMed Energy pactaba en noviembre del año pasado con Adarco Energy y con la Oficina Nacional de Hidrocarburos y Minas marroquí la realización de prospecciones en busca de gas natural y petróleo en aguas del Atlántico al sur de Canarias.
La zona donde las compañías disfrutan de una licencia de exploración, de aproximadamente 33,812 km², se sitúa frente al cabo Bojador, en la costa del Sáhara Occidental, en aguas situadas al sur de la Zona Económica Exclusiva marroquí y que pertenecen a la ex colonia española ocupada por Rabat, pero en estos momentos la brutal represión sionista sobre Palestina, tras los terroríficos atentados de Hamás contra Israel, tumbaría la renovada amistad entre Israel y Marruecos suscritos en los llamados acuerdos de Abraham.
Conflicto aguas jurisdiccionales
En el súbito giro de Pedro Sánchez respecto a Marruecos y el Sáhara, con su apoyo al plan para que acabe convertida en una provincia de Marruecos, está aún pendiente de resolver el conflicto de las aguas jurisdiccionales. Tras la visita de Sánchez en abril, España y Marruecos acordaron reactivar "el grupo de trabajo sobre la delimitación de espacios marítimos" para alcanzar "avances concretos". Una promesa que llegaba después de que en 2020 Rabat decidiera aprobar dos leyes para ampliar de forma unilateral sus límites marítimos incluyendo aguas españolas. En paralelo, España y Marruecos han pedido ante la ONU ampliar sus plataformas continentales, con el monte Tropic, rico en minerales estratégicos, en el punto de mira.
El acuerdo contempla que NewMed Energy dispondrá del 37,5% de la licencia de exploración, Adarco otro 37,% y la oficina marroquí un 25%. La licencia contempla la exploración y búsqueda de hidrocarburos en esta zona del Atlántico durante ocho años: los primeros 30 meses se dedicarán a análisis geológicos; posteriormente se realizarán las prospecciones. El acuerdo contempla la posibilidad de extender los permisos en caso de que se confirmen los yacimientos o de renunciar al bloque al final de cada fase si los resultados no son satisfactorios. El pacto aún debe ser aprobado por el Ministro de Energía, Transición y Desarrollo Sostenible y el Ministro de Finanzas de Marruecos, así como por la asamblea general de accionistas de NewMed Energy.
El CEO de NewMed Energy habla de un "enorme potencial" en Marruecos, que ha concedido en estos años licencias a distintas empresas que buscan hidrocarburos en sus costas, en una decisión que contrasta con la renuncia española a buscar petróleo en aguas canarias. En 2021, el Gobierno Sánchez incluyó en la Ley de Cambio Climático la prohibición de otorgar nuevos permisos de investigación y concesiones de explotación de hidrocarburos en todo el territorio nacional.
La compañía israelí, con sede en Tel Aviv, ha participado en el descubrimiento de varios campos de gas en aguas israelíes (tiene un 45,34% del campo de gas Leviathan) y también en el descubrimiento del primer campo de gas en aguas de Chipre, donde es titular de un 30% del campo de gas Aphrodite, según recuerdan a LM fuentes del sector. Actualmente NewMed está en fase de fusión con la británica Capricorn Energy.
Junto al permiso Boudjour Atlantique se sitúa otro permiso situado en aguas saharahuis, Dakhla Atlantique, operado por otra compañía israelí, Ratio Petroleum. La empresa logró la adjudicación en octubre de 2021, unos meses después del acuerdo de normalización de relaciones entre Marruecos, Israel y EEUU.
La normalización de las relaciones se resquebraja
Aunque oficialmente la monarquía alauita no se ha pronunciado sobre el conflico en Palestina tras el ataque de Hamás, la población marroquí es pro palestina, y en este sentido la brutal campaña represiva contra la población civil en Gaza y la progresiva pérdida del relato a nivel mundial por parte de las autoridades israelitas condicionará en el medio plazo estas prospecciones.
En Marruecos, los campos de fútbol son, junto con las redes sociales, uno de los pocos espacios donde los ciudadanos se expresan libremente. El de Casablanca no fue el único en el que se corearon consignas a favor del pueblo palestino. Hubo otros muchos y, durante el pasado fin de semana, miles de marroquíes se echaron a la calle casi espontáneamente en 33 ciudades para manifestar su apoyo a la causa palestina.
El país en el que reina Mohamed VI ha sido el último de los que se incorporaron a los llamados acuerdos de Abraham y estableció relaciones diplomáticas con Israel. En 2020, cuando Marruecos los suscribió, la opinión pública seguía empatizando con los palestinos. Ahora, el brutal ataque del movimiento armado Hamás y la respuesta israelí han hecho aflorar de nuevo con fuerza ese apoyo.
Más de dos tercios de los marroquíes se oponen a la normalización con el Estado hebreo, según un sondeo de Arab Barometer del año pasado, una de las pocas encuestas que se pudieron efectuar sobre el tema. Esto fue el año pasado, el sondeo pierde vigencia por minutos, pero a peor.
El activismo pro Saharaui denuncia la situación
"Como parte de la formalización de sus relaciones, el estado sionista y el Reino de Marruecos han comenzado a establecer acuerdos económicos, y como estaba previsto, irán a saquear los recursos del Sáhara Occidental ocupado violando la normativa internacional. Así, el Ministerio de Energía, Minas y Medio Ambiente de Marruecos ha otorgado un derecho exclusivo a la empresa israelí Ratio Petroleum Partnership para explorar casi la mitad de las aguas saharauis, desde la ciudad de Dajla ocupada hasta La Güera, aproximadamente 109.000 kilómetros cuadrados de superficie marina", explicaba https://www.ecsaharaui.com/.
"Los derechos exclusivos otorgados ilegalmente se refieren a la exploración de agua a 3.000m de profundidad para buscar gas y petróleo. El susodicho acuerdo contiene una cláusula en la que se contempla la formalización de un acuerdo de producción e investigación de hallarse hidrocarburos por la empresa israelí, pasando así a ser una licencia de explotación y producción de petróleo", adelantaban en el años 21.