Una majorera gana el premio Selwyn de The Royal Photographic Society
Maria Castañeyra sigue recibiendo reconocimientos por su proyecto de “La búsqueda de las caras ancestrales”
La Royal Photographic Society es una de las instituciones con más abolengo del mundo de la fotografía, se trata de una institución británica que se fundó en 1853 para "promover el arte y la ciencia de la fotografía" por Roger Fenton con el nombre de Photographic Society of London.
Cada año se encarga de otorgar una pléyade de premios relacionados con el mundo de la fotografía. Aparte de varias categorías de honor, cada año se premia a diferentes facetas del mundo de la fotografía, ya sea la sanidad, la moda, la ciencia, la educación o las producciones cinematográficas entre otras. Sus premios son un acontecimiento académico de primer nivel, y pocos pueden presumir de semejante logro.
Una majorera en la corte del rey Arturo
En este punto tenemos el premio de María Castañeyra, una joven investigadora majorera que ya nos deleitaba hace unos años cuando presentaba su exposición “las caras ancestrales”, un proyecto de ella misma y Caroline Wilkinson, directora del Face Lab, el departamento de la Universidad John Moore especializado en reconstrucción forense de rostros a partir del análisis del cráneo. Juntas unieron sus esfuerzos a la tercera pata del triunvirato, la fotógrafa británica Francesca Phillips, que con las reconstrucciones de sus compañeras realizaba estos retratos de habitantes actuales de Canarias con 50 reconstrucciones faciales realizadas por la Universidad John Moore de Liverpool a partir de cráneos recuperados en yacimientos prehispánicos.
María Castañeyra-Ruiz, Doctora en Antropología física y licenciada en Historia del Arte, especialidad en Arqueología e investigadora natural de Fuerteventura, presentaba su exposición de caras ancestrales Canarias hace dos años en el Museo Canario y nos mostraba a 40 adultos (20 mujeres y 20 hombres) y a diez niños, procedentes de todas las islas.
El premio
El premio de estas investigadoras es el RPS para la investigación en imágenes basadas en la ciencia: el premio Selwyn.
Es un premio, patrocinado por el Imaging Science Group of The Society, tiene como objetivo reconocer el trabajo exitoso basado en la ciencia relacionado con las imágenes realizadas por un investigador en la etapa inicial de su carrera.
El premio honra la memoria de E W H Selwyn, un eminente científico fotográfico.
En este caso y según los organizadores "el premio Selwyn reconoce el trabajo exitoso basado en la ciencia relacionado con las imágenes realizadas por un investigador en las primeras etapas de su carrera. En este caso el Destinatario de 2020 es Dra. Maria Castañeyra-Ruiz la cual comenzó su doctorado en Antropología Física en 2008, que se centró en los antiguos aborígenes de La Gomera".
"Obtuvo el mayor grado de excelencia en julio de 2015. Continuó trabajando en el campo de la arqueología y la antropología, poco antes de recibir la beca de investigación de la Fundación Canarias Dr. Manuel Morales para realizar sus estudios postdoctorales en el Face Lab de la Universidad. de Liverpool John Moores sobre reconstrucción craneofacial, en 2017".
Aquí participó activamente en el Proyecto en La Búsqueda de Rostros Ancestrales, realizando 50 representaciones craneofaciales de canarios prehispánicos. Actualmente está trabajando en el proyecto de Identificación de Víctimas de Desastres Migrantes (MDVI) en Face Lab, financiado por la Academia Británica Knowledge Frontiers.
Muchas felicidades a las tres investigadoras por una exposición de caras ancestrales de canarios, pero en especial a nuestra paisana María.
La exposición
En diciembre de 2018 nos hacíamos eco de la presentación en el museo canario y el texto se realizaba en esta línea , “la exposición provoca un doble impacto. El primero y más obvio, contemplar juntos los rostros de medio centenar de personas que poblaron las islas antes de la llegada de los primeros europeos en el siglo XV y que fallecieron en algunos casos hace 1.500 años.”
Por otro lado “el segundo llega tras unos instantes de reflexión, al apreciar los rasgos que comparten con los retratos del otro panel: canarios actuales con abuelos, bisabuelos y tatarabuelos de las islas y que, en el algunos casos, llevan en su ADN el rastro inconfundible y exclusivo de las poblaciones prehispánicas (el haplogrupo U6b1a).”
«Esta la primera vez que se hace una reconstrucción facial de este tamaño», corrobora a Efe una de las dos autoras de la parte científica de la exposición, Caroline Wilkinson, directora del Face Lab, el departamento de la Universidad John Moore especializado en reconstrucción forense de rostros a partir del análisis del cráneo.
Castañeyra-Ruiz subrayan que, “si esta vez han podido abordar una reconstrucción facial de un pueblo antiguo de ese tamaño, es gracias a la extensa colección de cráneos aborígenes que posee el Museo Canario (unos 850 solo en las salas de exposición).”
Y el tamaño tiene su importancia: 20 rostros, apunta la investigadora de Fuerteventura, se consideran científicamente suficientes para recrear cómo eran los rasgos faciales predominantes en un pueblo; así que quien visite esta exposición tendrá la impresión más certera disponible sobre cómo era aquel pueblo que habitó durante 1.500 años las islas sin contacto con el exterior.
María en este trabajo añade un detalle de tipo emocional: “Para mí este trabajo sí que representa una gran responsabilidad», dice, «esas personas de ahí son mi gente, son mis abuelos”