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Vuelven las mariposas a la isla

En Octubre la Vanesa de los Cardos llega a la isla en condiciones de poco viento

 

  • Redacción NoticiasFuerteventura
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    En estos últimos días hemos visto por toda la isla como la población de una bella mariposa naranjada se ha multiplicado. Se trata de la Vanessa de los Cardos, un increíble lepidóptero que cada año por estas fechas, y en función de las condiciones meterológicas visita la isla de Fuerteventura en un número importante.

    La Vanesa de Los Cardos, es una mariposa que habita en buena parte del planeta, excepto Sudamérica. Se identifica fácilmente por ser de mediano tamaño y poseer una amplia de paleta de colores en sus alas, desde el negro al blanco, pasando por el beige, naranja, rojizo y varios tonos de marrón.

     

    Es fácil de confundir con la Mariposa Monarca, ya que ambas comparten un tono naranja característico. Además ambas mariposas realizan una migración de miles de kilómetros, como han demostrado investigaciones recientes.

     

    En invierno vuelven a África

     

    Las recientes investigaciones sobre los pasos de este aparente débil insecto demuestran que las vanesas de los cardos que se observan con normalidad en los jardines en Europa en primavera y verano puede llegar hasta la sabana tropical africana, es decir, hacen un viaje de 4.000 kilómetros. Es en este viaje, cuando en condiciones de poco viento, o vientos del este acaban en las islas Canarias muchos de los ejemplares.

     

    Siempre en continuo movimiento

     

    El periplo de esta especie se inicia a principios de primavera y culmina en otoño. El viaje de ida se realiza en dos etapas. En la primera colonizan amplias regiones de la cuenca mediterránea, y en la segunda, de carácter estival, la descendencia de esta primera oleada se expande por las tierras del centro y del norte de Europa, donde permanece mientras duran las buenas condiciones meteorológicas.

      

    A finales de verano y durante el otoño, unas nuevas generaciones inician el camino de regreso a África, hasta las fértiles tierras del Sahel, que tras la época de lluvias se constituyen en lugares idóneos para la reproducción de la especie. Finalmente, más avanzado el invierno, se concentrarán sobre todo en las Islas Canarias y al sur del Magreb antes de iniciar un nuevo ciclo migratorio. Para poder completar el ciclo son necesarias seis generaciones de mariposas.

     

    Proeza increible

     

    La explicación de la enorme proeza de estos seres aparentemente frágiles, con apenas un gramo de peso, aunque de potente vuelo, no ha sido conocida hasta muy recientemente cuando diversos grupos de investigadores con la ayuda de sofisticados radares y miles de voluntarios de toda Europa han descifrado el enigma del retorno hacia el sur de estas mariposas.

     

    Viaje en las alturas

     

    En su largo viaje minimizan el esfuerzo ‘cabalgando’ por las alturas (a unos 200 o 500 m de altitud, a veces incluso por encima de los 1.000 m), a lomos de corrientes de aire atmosférico, que les permiten alcanzar los 40-50 Km/h. En total pueden llegar a recorrer hasta 14.000 kilómetros, el doble de lo que viajan las famosas mariposas monarca entre Canadá, EEUU y Méjico.

     

     

    Este viaje ‘oculto’ en las alturas, ha hecho que hasta ahora no se conociera completamente el ciclo y supusiera una incógnita qué ocurría con estas mariposas al final del verano.

     

    Estos hallazgos desmontan la teoría conocida como la ‘hipótesis del flautista’, basada en que sólo se conocía el viaje de ida de estas mariposas y que indicaba que las vanesas de los cardos emigraban cada año hacia el norte con la esperanza de encontrar ‘la tierra prometida’ y de repente, ante la llegada de los vientos invernales, morían.

     

    En Octubre en las Canarias

     

    Se suele ver volar durante todo el año entre los cardos en campos, huertas y jardines de todo el archipiélago, desde la costa hasta las zonas de retamas y codesos de las cumbres. Durante el mes de octubre y noviembre aumentan las probabilidades de observarla en nuestra salidas de campo por los espacios naturales de Canarias, principalmente en las zonas costeras y de medianías.

     

    En estás fechas a la población local de carácter sedentario se suman las llegadas desde el continente africano, arribazones que en ocasiones han sido especialmente numerosas y llamativas, que incluso han quedado reflejadas en la prensa local como hechos sorprendentes de nuestra rica biodiversidad.

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