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Canarias es un punto caliente del cambio climático. Por Aridane González, Presidente del Comité de Expertos para el Estudio del Cambio Climático

 

El 26 de marzo se celebra el Día Mundial del Clima. Es una buena oportunidad para reflexionar sobre la implicación, impactos y oportunidades que tenemos ante nuestros ojos.

 

No creo que debamos hacer mucho hincapié en el origen del cambio climático. Este es el mayor reto al que nos enfrentamos como sociedad para los próximos años. De hecho, debería haber sido el mayor de nuestros retos desde hace décadas. Sin embargo, no se le ha prestado demasiada atención hasta que el planeta se ha colocado prácticamente en un punto de no retorno, pero no solo para los humanos, también para la enorme cantidad de animales y plantas que desaparecen día a día. Es más, la relación entre el cambio climático y las actividades humanas es más que clara. Eso lo marca con contundencia la comunidad científica en base a los datos recolectados a lo largo y ancho del planeta.

 

Canarias es un lugar idílico para estudiar la evolución del clima, pero no podemos obviar que gracias a la “primavera eterna” y la biodiversidad, Canarias es un reclamo para millones de personas de diferentes lugares del mundo. Estas características están en riesgo de desaparecer por los impactos del cambio climático. Eso, obviamente, al igual que pasa en muchos rincones el mundo, trasladan la visión de la crisis climática más allá de lo puramente científico o medioambiental, a toda lo que alberga lo socio-económico.

 

El cambio climático, además, implica impactos muy importantes para regiones como Canarias. Algunos son directos como puede ser el aumento de las temperaturas, la mayor cantidad de noches tropicales, la acidificación de nuestros mares, el aumento del nivel del mar, la mayor frecuencia de fenómenos meteorológicos adversos, etc. Otros que tiene relación con varios fenómenos de los anteriores como la floración masiva de microalgas, algas, cianobacterias o también el incremento de organismos tóxicos (o capaces de producir toxinas), etc. Todo ello hace que el cambio climático tenga también una vertiente muy importante en seguridad sanitaria y alimentaria. Todo ello, nuevamente tiene una repercusión económica y social.

 

La situación de Canarias, además, la sitúa en un punto caliente del planeta para otro de los grandes aspectos del cambio climático: las migraciones. Hasta ahora hemos visto como miles de personas llegan a nuestras costas. Unas huyen de guerras, pero otras muchas de una región que está abastada por los efectos del cambio climático. La pérdida de calidad de suelos o el aumento de temperaturas. Pero ahora, también debemos tener en mente que el aumento del nivel del mar nos va a obligar a planificar nuestras ciudades y pueblos porque también habrá migraciones desde la costa al interior.

 

El camino para luchar contra estos impactos está marcado por la comunidad científica. Mitigación y adaptación. El primero es cambiar nuestros hábitos a todos los niveles. Hábitos que están directamente relacionados con la quema de combustibles fósiles. El segundo, repensar nuestro entorno, replanificar y actuar porque los impactos que estamos sufriendo (y no solo los que sufriremos) nos exponen a riesgos importantes más allá de la biodiversidad. Como se indicaba antes, estos impactos van desde la economía hasta la salud. Por lo tanto, debemos hacer esfuerzos para cambiar todo lo que conocemos. El camino que hemos andado con los combustibles fósiles ya lo conocemos, pero hay que buscar otro alternativo. Eso nos obliga a hacer esfuerzos y también a generar otros impactos, ¿o es que no vemos los del propio cambio climático?

 

Todo lo expuesto anteriormente tiene una relación directa con la vulnerabilidad. Si queremos garantizar la seguridad de las personas, de las infraestructuras, de nuestra sociedad del bienestar, debemos actuar ya. Por ello, este día es un gran día para reflexionar sobre los procedimientos administrativos, la velocidad del cambio y los impactos de los mismos.

 

*Aridane González González. Profesor de la ULPGC y Presidente del Comité de Expertos para el Estudio del Cambio Climático y el Fomento de la Economía Circular y Azul del Gobierno de Canarias

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