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Más allá de los coches eléctricos

Cómo los hábitos de consumo están transformando el mercado automovilístico en España

 

El año 2024 cerró con un dato histórico: por primera vez desde la pandemia se superó el millón de matriculaciones de turismos en España. El mercado creció un 7,1% respecto al año anterior, un signo de recuperación en medio de un contexto económico todavía complejo. Sin embargo, la cifra sigue estando por debajo de los niveles de 2019, lo que refleja que el sector aún no ha recuperado su ritmo anterior a la crisis.

El 2025 se presenta como un año lleno de incertidumbres. La inflación, los elevados tipos de interés y la presión sobre el poder adquisitivo de los hogares están condicionando la decisión de compra de muchos conductores. A esto se suman la creciente competencia de marcas chinas y las dudas sobre la continuidad de los programas de ayudas públicas a la electrificación. En este escenario, los hábitos de consumo de los españoles están cambiando a un ritmo acelerado, y no solo por la irrupción del coche eléctrico.

Incentivos, adopción de eléctricos y distribuidores de confianza

El fuerte crecimiento del coche eléctrico en España ha estado impulsado en gran medida por el plan MOVES, que ofrece ayudas a la compra y a la instalación de puntos de recarga. Gracias a estos incentivos, las matriculaciones de vehículos eléctricos e híbridos enchufables alcanzaron cifras récord en 2025, con un aumento superior al 150% respecto al año anterior. Sin embargo, la incertidumbre sobre la continuidad de estas subvenciones genera dudas entre los consumidores, que temen un encarecimiento repentino si los fondos se agotan o se retrasan.

En este contexto, muchos conductores buscan reducir la dependencia de las ayudas públicas y toman decisiones más informadas al comparar precios y opciones de mantenimiento. También ha crecido la sensibilidad hacia el valor añadido que aporta cada compra: no se trata solo de pagar menos, sino de garantizar que la inversión realmente protege la seguridad y la durabilidad del vehículo.

Aquí cobra relevancia el papel de los distribuidores fiables, que ofrecen transparencia y confianza en un mercado en plena transformación. Un ejemplo claro es Le catalogue de pièces détachées auto de Trodo, donde los usuarios pueden encontrar recambios certificados y garantizados sin miedo a sorpresas desagradables. Esta seguridad no solo facilita la transición hacia nuevos modelos de movilidad, sino que también ayuda a controlar los costes de uso del vehículo en un escenario económico incierto.

 

Híbridos, modelos electrificados y el auge de las marcas chinas

Si bien los vehículos eléctricos han captado gran parte de la atención mediática, en el mercado español los híbridos convencionales siguen siendo los grandes protagonistas. En la primera mitad de 2025, representaron más del 41% de las matriculaciones totales, consolidándose como la opción preferida para quienes buscan eficiencia sin las limitaciones de la infraestructura de recarga. Los híbridos enchufables y los eléctricos puros, aunque en crecimiento, todavía se enfrentan a la barrera de precio y a la falta de puntos de carga rápidos en muchas regiones.

En paralelo, el ascenso de las marcas chinas ha transformado el panorama competitivo. Fabricantes como BYD y MG han experimentado crecimientos espectaculares -BYD aumentó sus ventas más de un 700% interanual- gracias a su estrategia de ofrecer modelos bien equipados a precios muy por debajo de la media de los competidores europeos. Esto ha generado un cambio en la percepción del consumidor español, que ahora valora más el equilibrio entre tecnología, precio y garantía que la fidelidad tradicional a marcas conocidas. La consecuencia es clara: los consumidores tienen más opciones que nunca, y el criterio económico pesa cada vez más en la balanza de decisión de compra.

Ciclos de propiedad más largos e influencia online

La situación económica actual, marcada por la inflación y el aumento del coste del crédito, ha cambiado la manera en que los españoles piensan en su coche. Muchos conductores prefieren prolongar la vida útil de sus vehículos en lugar de invertir en uno nuevo, lo que ha llevado la edad media del parque automovilístico a más de 13 años, una de las cifras más altas de Europa.

Al mismo tiempo, el proceso de decisión de compra se ha transformado. Los consumidores investigan en internet, comparan precios y leen opiniones en foros y medios especializados, llegando al concesionario con la elección prácticamente definida. La confianza ya no se construye solo cara a cara con el vendedor: la transparencia online y la posibilidad de verificar la compatibilidad y la experiencia de otros usuarios se han vuelto determinantes en la elección final.

Nuevos valores que guían las decisiones

Más allá de la motorización, los consumidores españoles están dando cada vez más importancia a otros factores en el momento de elegir un coche. La conectividad y los sistemas avanzados de asistencia a la conducción (ADAS) se han convertido en argumentos de peso, especialmente entre los compradores más jóvenes, que valoran la integración con sus dispositivos móviles tanto como el rendimiento del motor.

La seguridad también ocupa un lugar central. La presencia de airbags, sistemas de frenada de emergencia o control de estabilidad ya no se percibe como un extra, sino como un requisito indispensable. En paralelo, la sostenibilidad se ha consolidado como un valor en alza: no solo a través del interés por los eléctricos o híbridos, sino también mediante la búsqueda de vehículos más eficientes y con menor huella ambiental.

Este cambio de mentalidad refleja una tendencia más amplia: el coche ya no se ve únicamente como un medio de transporte, sino como un producto tecnológico, seguro y responsable con el entorno. Las marcas que logren transmitir esta visión son las que mejor conectarán con los nuevos hábitos de consumo en España.

Mantenimiento preventivo y consumo inteligente

El cambio en los hábitos de consumo no se limita a la compra del coche. Cada vez más conductores españoles prestan atención al mantenimiento preventivo, conscientes de que una revisión a tiempo evita averías costosas y prolonga la vida útil del vehículo. Esta tendencia se ha intensificado a medida que los usuarios retrasan la sustitución de su coche y buscan formas de mantenerlo en buen estado durante más años.

La importancia de este enfoque ha sido subrayada recientemente en medios especializados, que destacan cómo un mantenimiento regular ayuda a evitar talleres saturados en épocas de alta demanda, como el verano (ver artículo en Nuevatribuna). No se trata solo de ahorrar dinero, sino también de garantizar la seguridad en carretera y reducir el riesgo de fallos inesperados.

El consumidor actual valora la planificación y la transparencia: quiere conocer con antelación qué piezas necesitan ser sustituidas, comparar precios online y asegurarse de que existen garantías claras. Este comportamiento demuestra una madurez creciente del mercado español, donde la prevención se entiende como una inversión en tranquilidad y en movilidad sin interrupciones.

Lo que le espera al sector en España

El mercado automovilístico español entra en una etapa donde la asequibilidad y la confianza digital ganan peso frente al protagonismo del coche eléctrico. La preferencia por los híbridos, la llegada de marcas chinas con precios competitivos y la demanda de mayor transparencia reflejan que los consumidores ya no se conforman con promesas tecnológicas: buscan soluciones reales y adaptadas a su economía.

Para la industria, la flexibilidad será decisiva. Fabricantes y distribuidores deberán atender a un comprador más crítico, que investiga online, compara opciones y exige garantías claras antes de decidirse. Quienes sepan anticipar estas necesidades tendrán más opciones de consolidarse en un mercado cada vez más competitivo, marcado por la búsqueda de sostenibilidad y el control del presupuesto.

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