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Endesa abre la Central de San Bartolomé de Tirajana a la ULPG

La central dispone de ciclo combinado que permitiría el uso del gas natural en su producción, pero se surte con gasóleo

 

  • Redacción NoticiasFuerteventura
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    Darle al interruptor de la entrada de casa y que se haga la luz no es obra de un milagro divino. Es el resultado de una alta inversión en tecnología, de un amplio equipo humano experto en   ingeniería y otras especialidades técnicas y, como no, del milimétrico engranaje que requiere dirigir a diario una central térmica como la de San Bartolomé de Tirajana, apoyada puntualmente por una fuente renovable como es la energía eólica y fotovoltaica.

     

    Así pudieron comprobarlo recientemente en la visita realizada a las instalaciones de la central térmica de Juan Grande, el rector de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Lluís Serra, el gerente, Roberto Moreno, el director de Sostenibilidad y Comunicaciones, Ciro Gutiérrez, el director de Señales y Comunicaciones, Carlos Travieso, la directora de Infraestructuras Científicas, Julieta Schallenbert, el director de la Cátedra Endesa Red y de Ingeniería Eléctrica, Fabián Déniz, y el asesor de la Cátedra Endesa Red, Miguel Martínez Melgarejo.

     

    Por parte de Endesa estuvieron presentes el director general de la empresa en Canarias, Pablo Casado, el director de Relaciones Institucionales, José Manuel Valle, el responsable de Enel Green Power en Canarias, Alessio Marconi, el director de Generación en Canarias, Saúl Barrio y el director de Generación en Gran Canaria, Luis Varela, quien hizo de maestro de ceremonias durante el recorrido por la central del sur de Gran Canaria.

     

    La central térmica de San Bartolomé de Tirajana ocupa una extensión 485.360 metros cuadrados y tiene en plantilla un centenar de trabajadores. Consta de dos grupos de vapor, dos de turbina de gas y dos unidades de ciclo combinado. El grupo Vapor 1 se conectó a la red en 1995. En la actualidad tiene una potencia de 80 Mw. El grupo Vapor 2, también de 80 Mw de potencia, entró en funcionamiento en 1996. Ambos usan combustibles líquidos de bajo índice de azufre. En 1992 se puso en marcha el primer grupo de turbina de gas de la central (Gas 1), con una potencia de 37,5 Mw. En 1995 se conectó a la red el segundo grupo de gas (Gas2), también de 37,5 Mw. Ambos grupos utilizan gasóleo como combustible.

     

    En 2003 entraron en producción los grupos que forman parte de un ciclo combinado. Se trata del primer ciclo combinado de Gran Canaria, con una potencia nominal de 226 Mw de potencia. Este ciclo combinado utiliza gasóleo como combustible y en su día se pensó en su transformación para la utilización de gas natural, justo en el momento en que el Ministerio de Transición Energética -con competencias en esta materia- autorizara el uso de este combustible en Canarias.

     

    A la pregunta de uno de los asistentes de “por qué no se ha utilizado nunca el gas si los grupos de ciclo combinado están preparados para ello”. La respuesta fue clara: - A día de hoy el Ministerio no ha incluido el gas como opción para las centrales de las islas. Es más, la central de Tirajana fue la primera en utilizar gasóleo para unos grupos que fueron creados inicialmente para funcionar con gas. Fue una experiencia piloto porque ni siquiera el fabricante tenía referencias con combustible gasoil.

     

    Todos estos detalles técnicos fueron explicados a los representantes de la ULPGC por el director de la central térmica San Bartolomé de Tirajana, Luis Varela, quien se ayudó de una maqueta, ubicada en la recepción de las instalaciones, que refleja fielmente la composición de la más potente infraestructura energética de Gran Canaria. La visita a la central generó mucho interés entre el equipo del rectorado de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, a juzgar por las numerosas preguntas planteadas.

     

    Durante el recorrido los visitantes pudieron comprobar que la central se alimenta de agua de mar en circuito abierto para su refrigeración, cumpliendo con todos los requisitos medioambientales establecidos por la UE. En 1998, la central obtuvo de AENOR el certificado de gestión medioambiental ISO 14001, que acredita que sus actividades se realizan de forma respetuosa con el medio ambiente. En 2022, la central obtuvo la renovación del certificado medioambiental EMAS, basado en el Reglamento de la Unión Europea. La central es pionera en España en la obtención de ambos certificados.

     

    Diariamente suministradores de materias primas, empresas de servicios y empleados de Endesa trabajan en la central de Juan Grande convertida en una infraestructura en permanente movimiento. Hay que garantizar el fluido eléctrico a la Isla durante 24 horas y los 365 días de año. Y, de esa dedicación permanente saben mucho los operadores destinados a la sala de control, un espacio que se asemeja al funcionamiento de una auténtica UMI sanitaria. Última tecnología unida a los ojos y los conocimientos de los técnicos de la sala, vigilantes de cualquier altibajo de potencia o de la más mínima incidencia en los grupos de producción. Cada movimiento es medido milimétricamente.

     

    Uno de los instantes críticos en la central se produce durante operaciones de deslastre que llevan aparejada la pérdida de generación, por variaciones en la intensidad del viento debido a las condiciones meteorológicas, con desconexión de aerogeneradores eólicos y cuya potencia tiene que ser estabilizada por la generación gestionable de la central de Barranco de Tirajana.

     

    Cómo avanzar

     

    Finalmente, José Manuel Valle, director de Relaciones Institucionales e Innovación Tecnológica de Endesa en Canarias, impartió una conferencia abordando el tema: ‘Transición Energética en Canarias’.  Para Valle Feijóo, ingeniero de profesión, la solución al encarecimiento energético y al deterioro que sufre el Planeta como consecuencia de las emisiones, “pasa por apretar al máximo el acelerador de las renovables en Canarias. Endesa apuesta por la descarbonización no más allá de 2040 y estamos en contra del uso de combustibles fósiles. Debemos trabajar en la transición energética hasta lograr que la totalidad de la energía proceda de fuentes de producción limpias”. Además, insiste en la evolución de las baterías y en que en Canarias se lograría un sistema descarbonizado sólo “ocupando con energías renovables un 1,9 por ciento de todo el territorio o, lo que es lo mismo, el 15 por ciento de la superficie agrícola sin cultivar”.

     

    José Manuel Valle reduce a cuatro líneas el mix para alcanzar la completa descarbonización en Canarias: combinar la generación eléctrica renovable con almacenamiento, el almacenamiento de energía con baterías de alta capacidad que tienen una mejor hibridación con la generación solar, se requiere de tecnologías que aporten respaldo ocasional a un coste eficiente y, por último, es necesario minimizar el impacto medio ambiental y la ocupación del suelo, aprovechando el autoconsumo y explorando tecnologías offshore.

     

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