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Unicef pide proteger la salud mental de los menores migrantes que llegan a Canarias

Destacan que la primera impresión de los niños y niñas que arriban a las costas es vital para su futuro

 

  • Tiempo de Canarias (Yeray G. Nuez)
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    La Casa de África acogió este miércoles, en Las Palmas de Gran Canaria, las Jornadas sobre Salud Mental e Infancia en Movimiento, que tienen como objetivo poner de relieve los problemas a los que se enfrentan los menores que llegan a las islas, y que en algunos casos derivan en patologías psicológicas que, en este contexto, pueden acompañarlos durante toda la vida. Por ello, son tan importantes las primeras vivencias que experimenten cuando bajan de los cayucos y ponen pie en tierra. Para minimizar los posibles daños, desde UNICEF se pide la participación de un equipo multidisciplinar de profesionales formados para atender este tipo de situaciones.

     

    Las jornadas, organizadas por UNICEF Comité Canarias, han reunido en Casa África a unos 80 profesionales de diferentes disciplinas que atienden la salud mental de la infancia migrante y refugiada, con la finalidad de profundizar en el enfoque transcultural y de derechos de infancia. En las charlas y ponencias que se han desarrollado a la largo del día han intervenido especialistas en psicología, pediatría y psiquiatría, que han propiciado dinámicas de trabajo en grupo para favorecer la coordinación intersectorial.

     

    Las experiencias traumáticas que han vivido los menores a lo largo de la travesía, o en sus propios países de origen, en muchas ocasiones envueltos en guerras y conflictos sociales, los exponen a padecer trastornos psicológicos de cualquier índole. Por ello, además de una correcta formación, es de vital importancia dotar a los profesionales que se encuentran en primera línea de llegada, de las herramientas adecuadas para llevar a cabo una atención que cumpla con una serie de preceptos destinados a reducir el impacto en la salud mental de la infancia migrante.

     

    En este sentido, la directora de Influencia, Programas y Alianzas de UNICEF España, Lara Contreras, hizo especial hincapié en la importancia de "la primera impresión del niño” al arribar a las costas, ya que ésta “puede cambiar muchísimo el futuro de su vida”. Por tanto, “cómo sean recibidos" y el trato que le dispensen en este contacto inicial, marcará su visión del que probablemente se convierta en su nuevo hogar. Además, a la incertidumbre que les genera la experiencia global, se le añaden elementos como no hablar el mismo idioma que los deja en una situación en la que no se pueden comunicar.

     


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    Contreras denunció que “no hay recursos adecuados, ni capacidades adecuadas”, por lo que se necesitan profesionales formados “que hagan las preguntas adecuadas, y que puedan dedicarle a los menores el tiempo suficiente”. Por lo que pidió a las instituciones celeridad en este aspecto para garantizar un trato adecuado a los más de “5.500 niños que están en Canarias y no en las mejores condiciones para ellos”. Además, el hecho de que las comunidades autónomas del país no hayan accedido voluntariamente a recibir menores no acompañados, tampoco ofrece el mejor escenario.

     

    Ante este hecho, la representante de UNICEF España reconoció que Canarias, sus instituciones y profesionales, no puede hacerse cargo de esta situación en solitario, y apeló a la colaboración del resto de comunidades autónomas del territorio nacional para propiciar el “traslado de los menores a centros adecuados y que tengan los recursos suficientes para su atención integral”, por lo que se hace imprescindible “una corresponsabilidad del Estado” con éstas.

     

    Y es que tras el brutal repunte migratorio que está experimentando Canarias desde el pasado año, batiendo todos los récords en la llegada de cayucos y pateras, con casi 40.000 personas en 2023, y 13.535 durante el primer trimestre de 2024, y que la convierten en la principal puerta de entrada de migrantes irregulares a nivel europeo junto al Mediterráneo oriental (Grecia y Chipre), ha hecho, como no podía ser de otra forma, que los centros de acogida estén totalmente saturados, por lo que la tarea para el archipiélago no es sencilla.

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