PUBLICIDAD

PUBLICIDAD

A+ A A-

El cambio climático y Fuerteventura: Zonas de riesgo

El informe de Naciones Unidas plantea un escenario climatológico complicado, pero la subida del nivel del mar afecta a la isla sobremanera, en la portada simulación para Gran Tarajal

 

  • Redacción NoticiasFuerteventura
  •  

     

    En el verano más complicado que se recuerda en el planeta en relación a fenómenos meteorológicos extremos derivados del cambio climático, las islas Canarias miran de reojo a varios efectos que pueden condicionar la vida en estas islas en los próximos años, uno de ellos es la subida del nivel del mar.

     

    La isla de Fuerteventura, por su orografía es una de las más expuestas a desapariciones de zonas de costa debido a dicha elevación del nivel del mar que está produciendo este fenómeno que según Naciones Unidas "es irreversible". Hay, en este sentido, 27 zonas que desaparerán por la subida. Cinco en la zona de barlovento y 22 en la zona de sotavento. En total hay 28 kilómetros de costa que desaparecerán con casi total seguridad durante este siglo.

     

    Según el último informe publicado por Naciones Unidas sobre el cambio climático, y en lo que respecta a este extremo, los científicos afirman que "la subida del nivel del mar y el deshielo de los glaciares ya son irreversibles, pueden ralentizarse e incluso frenarse algo", pero en este sentido ya no se descarta un aumento de alrededor de 1.5 a 2 metros para finales de este siglo, ni tampoco un aumento de 5 metros para 2150.

     

    Tales resultados amenazarían a muchos millones de personas, "más en las zonas costeras", con importantes inundaciones para el año 2100. En Fuerteventura la realidad no es muy diferente.

     

    Corralejo y áreas inundables

     

    En general, el mundo es ahora 1,09 ℃ más cálido que durante el periodo comprendido entre 1850 y 1900. La evaluación muestra que la superficie del océano se ha calentado un poco menos, alrededor de 0,9 ℃ como promedio global, que la superficie terrestre desde 1850, pero alrededor de dos tercios del calentamiento del océano ha tenido lugar durante los últimos 50 años.

     

    En Canarias, según los investigadores del Instituto de Oceanografía y Cambio Global de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, entre 1927 y 2017 el nivel del mar se ha incrementado en 17 centímetros mientras que desde 1983 hasta 2017 la temperatura media del océano en las islas ha subido un grado centígrado.

     

    Tarajalejo

     

    Según Manuel Vázquez, investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias, la corriente fría marina que caracteriza al Archipiélago “se está viendo afectada por el deshielo de Groenlandia, y eso podría influir en uno de los elementos que hacen que nuestro clima sea confortable”. Asegura que, con el tiempo, implicará que las noches serán más tropicales y que las islas se vean inmersas en un proceso de desertización.

     

    Cambios en rutas atlánticas

     

    El director del Observatorio de Izaña expone por su parte, que la corriente denominada “Giro Subtropical pasa por Canarias, hace un recorrido por el sur de Cabo Verde y gira hacia América, llega a las costas de Florida” y termina volviendo a las Islas. En este trayecto constante, “contacta con otra corriente, el Giro Subpolar, que está afectado por todos los deshielos que tienen lugar en Groenlandia”, afirma. Allí, se están derritiendo “grandes pedazos de hielo, que son de agua dulce, y están cambiando las condiciones de salinidad”.

     

    Puerto del Rosario

     

    Todo eso provoca “que el agua sea menos densa”, y por ende, la corriente pierde intensidad. De esta manera su relación con la corriente que sí llega a Canarias se vuelve frágil, obligando a ésta a “girar cada vez más sobre sí misma, recalentándose el agua”, señala Cuevas.

     

    Consecuencias graves en el clima en Canarias

     

    Dice Cuevas que “se sabe que el norte de África será una de las regiones donde el impacto del cambio climático será importante, ya que el aumento de las temperaturas y disminución de los frentes que dejan lluvias producirá un proceso de desertización en el continente”.

     

    El Cotillo

     

    Sin la incidencia de los vientos alisios, añade, "hay una gran probabilidad de que lleguen masas de aire caliente de África", lo que consecuentemente incrementaría "la calima", explica Cuevas. Pero no sólo llegarían más nubes de polvo en suspensión. El problema es más grave porque "África es uno de los lugares que más se va a calentar, sobre todo el norte y nosotros estamos apenas a 400 kilómetros".

     

    Esta realidad supone "más olas de calor", tanto en número como en intensidad, advierte el especialista. Avalada por estas condiciones, la alarma del "calentamiento" no es hipotética: responde a datos que ya se han verificado.

     

    El Gobierno de Canarias se sube al carro

     

    Entre las «evidencias demoledoras» del documento auspiciado por Naciones Unidas, el Consejero de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial, José Antonio Valbuena destaca la afirmación de que el problema de calentamiento de los océanos es irreversible en lo que queda de milenio, como también el descenso de la capa de hielo, en especial en el Ártico, y el aumento de la temperatura en la superficie terrestre. La combinación de esos factores en un mismo momento se convierte, según el consejero, “en un cóctel explosivo”.

     

    En opinión de Valbuena, hay que profundizar en la eliminación de los combustibles fósiles como fuente energética, pero eso solo no es suficiente. "Para conseguir vencer en esta lucha, hay que cambiar las condiciones de las acciones socioeconómicas", insiste.

     

     

    La importancia de la transición energética

     

    En este contexto la transición energética a energías renovables es una de las últimas oportunidades que tiene el archipiélago y la isla, y además es, por sí misma, un mecanismo de actividad económica sostenible y de generación de empleo, además de un método para cumplir con los compromisos del Acuerdo de París.

     

    El potencial del archipiélago y de Fuerteventura en este tipo de energías es incuestionable y en esa línea trabaja el gobierno autonómico que a través del Plan de Transición Energética de Canarias 2021-2030 (PTECan), trata de analizar el uso de combustibles fósiles y la alternativa renovable.

     

     

    El sistema eléctrico canario, compuesto por 6 sistemas insulares distintos, tiene ciertas particularidades en comparación con el de la península: se encuentran aislados, necesitan mayor capacidad de generación para evitar cortes de suministro y no disponen de interconexiones (salvo Fuerteventura y Lanzarote).

     

    Para la generación de electricidad disponen de 2.606 MW de centrales térmicas (que emplean gas y diésel), 26 MW de refinerías, 413 MW de eólica, 168 MW de fotovoltaica y 23 MW de hidroeólica, pese al gran recurso de viento y sol del que disponemos a lo largo de todo el año.

     

    De esta forma el uso de las centrales térmicas es responsable de más del 50% de las emisiones de las islas Canarias (5,7 MtCO2eq), lo que, unido al transporte, genera una alta dependencia energética del exterior y del precio del mercado de combustible.

     

    El momento de actuar es ahora

     

    “Hay procesos en juego que todavía no podemos captar plenamente en los modelos informáticos, sobre todo porque tienen lugar en períodos de tiempo más largos de los que disponemos de observaciones directas (por satélite). En la Antártida, algunos de estos procesos inciertos podrían acelerar en gran medida la pérdida de hielo y añadir potencialmente un metro al nivel del mar previsto para 2100”, afirma Nick Golledge en The Conversation.

     

    “No se sabe si este escenario se cumple o no, pero lo que está cada vez más fuera de duda es que el nivel medio del mar seguirá subiendo durante los próximos siglos. La magnitud de esto depende en gran medida de que seamos capaces de reducir colectivamente las emisiones de gases de efecto invernadero ahora mismo”, explica Nick Golledge.

     

    Unas islas 100% renovables y empleo tecnológico

     

    La solución al reto de descarbonización de las islas se basa en la fórmula tradicional: electrificar con renovables las actividades que emplean combustibles, utilizar baterías y emplear hidrógeno verde para lo que no se pueda cubrir con electricidad.

     

     

    Así lo indica el estudio de Deloitte para Endesa, en el que inciden en la necesidad de impulsar la movilidad eléctrica y la expansión de las renovables para lograr la descarbonización en 2040, lo que a su vez, conseguiría crear entre 30.000 y 60.000 empleos directos, con una inversión entre 18.000 y 22.000 millones de euros.

     

     

    Comentarios (0)