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Atardeceres mágicos en el otoño majorero

Durante la tarde de ayer el atardecer se tiñó de rojo para deleite de cientos de fotógrafos aficionados

 

  • Redacción NoticiasFuerteventura
  • Fotografía de Jibrahim Torres, La Pared

     

    Los atardeceres de octubre y noviembre son los más vistosos en Fuerteventura, si se dan las condiciones adecuadas la gama de colores nos sorprende y encontramos un espectáculo natural en el que todos nos convertimos por un rato en testigos de una paleta espectacular. Las fotos que acompañan este texto son de nuestros lectores, habían muchas más, pero siempre que se trata de hacer una selección muchas maravillas quedan fuera.

     

     

    Fotografía de Joni Carrasco, Tarajalejo

     

    Cuando vemos el Sol al atardecer mientras está bajo en el cielo, puede aparecer amarillo, naranja o rojo. Eso se debe a que sus colores de longitud de onda corta (verde, azul, violeta) están dispersos por la atmósfera de la Tierra, al igual que las pequeñas olas se dispersan por grandes rocas a lo largo de la costa. Por lo tanto, solo los rojos, amarillos y naranjas atraviesan la espesa atmósfera de nuestros ojos.

     

    Fotografía de Sara González, Corralejo

     

    Fotografía de Paul Anderson, Corralejo

     

    De otra forma, cuando el Sol está alto en el cielo, las ondas más cortas, principalmente el azul, golpean las moléculas de aire en la atmósfera superior y rebotan y se dispersan. De ahí la razón de por qué el cielo se ve azul.

     

    Fotografía de Roger A. Moussa, Atardecer Morro Jable, Playa Las Coloradas

     

    Por lo tanto, los atardeceres más espectaculares (aquellos que dejan una gama de rojos y violetas en las nubes) son más comunes durante el otoño e invierno, porque las partículas que forman el aire que atraviesan los rayos del sol para llegar a nuestros ojos suelen ser más secas y limpias en estas estaciones debido al descenso de la temperatura.

     

    Fotografía de Natalia Ossorio Figueroa, Atardecer Ajuy

     

    El fenómeno  se conoce como esparcimiento de Rayleigh y  nos habla de cómo interacciona la luz del Sol con la atmósfera de la Tierra. Hay varias formas que tiene la luz del Sol de interaccionar con la atmósfera mientras la atraviesa. Se dice en física que la atmósfera es un medio ligeramente dispersivo, porque la luz del Sol tiene todos los colores, pero éstos no se comportan de la misma manera cuando atraviesan la atmósfera de la Tierra.

     

    Fotografía de Marco Antonio López Yanes, Muelle de Morro Jable

     

    Como ya explicábamos, los colores más azules se esparcen con mayor facilidad que los colores más rojizos. Por eso de día el cielo se ve azul, porque la luz azul que viene en los rayos del Sol es esparcida por las moléculas del aire formando ese cielo azul que nos llega de todas las direcciones. En física solemos decir que la luz interacciona con las moléculas y esa interacción es más efectiva cuando la luz es más azul que cuando es más roja.

     

    Fotografía de Yurena Hernández, el sol se va por la Playa del Valle

     

    Entonces, ¿por qué vemos el horizonte rojizo? Porque la distancia que la luz del Sol está atravesando en la atmósfera es mucho mayor cuando el Sol se está poniendo que a mediodía. La luz que nos llega del Sol cuando está en el horizonte no tiene ya nada de luz azul, nada de luz amarilla, nada de luz verde, prácticamente tiene solo luz roja. Por eso vemos más rojo.

     

    Fotografía de Angela de Vera, atardecer en Los Molinos

     

    Esto se debe a que las moléculas tienen un tamaño determinado -las moléculas de nitrógeno, de oxígeno, de dióxido de carbono- y es un tamaño parecido al de la longitud de onda del color azul y cuando eso ocurre, la luz y las moléculas interaccionan. Visto desde afuera es como si chocara el color azul contra una molécula y saliera despedida para otro lado.

     

    Fotografía de Stefy Montes, colores en Corralejo

     

    Fotografía de Nazaret Vera, lo despedimos en El Cotillo

     

     

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