Diez años al homicida de la Calle Don Quijote
La pelea entre dos toxicómanos causó la muerte del sobrino del homicida
Fue una noche de juerga a primeros de mayo del 2018, después de cobrar la prestación por desempleo, se fueron a gastarlo todo en drogas y así fue pasando la noche hasta que volvieron a la casa del homicida, Alfonso Pérez, que a la postre mataría a su sobrino de dos puñaladas.
Una vez en la casa, en el barrio de Buenavista se inicia una discusión, al parecer por una deuda de cincuenta euros. La discusión sube de tono hasta que el sobrino decide atacar a su tío con un cuchillo, y se lo “clava en el estómago, causando una lesión de la que tendría, a la postre, que ser intervenido”, acto seguido, al soltar el cuchillo, Alfonso Pérez lo recoge y le asesta dos puñaladas, una en el abdomen y otra en la cara.
Cuando la víctima dejó el cuchillo "en la encimera de la cocina", Antonio reconoció que lo cogió y aseguró que su sobrino "se abalanzó sobre él, que levantó el brazo derecho y con el cuchillo en la mano derecha se lo clavó en el cuello."
También manifestó que la noche anterior habían salido y regresado al domicilio sobre las cuatro o cinco de la madrugada, tras consumir crack y trankimazin. La versión de la hermana fue que habían llegado sobre las ocho y media de la mañana y colocados.
El joven Manuel Jiménez fallecía al momento, en los brazos de su tío que trató de ayudarle cuando se daba cuenta de lo que había ocurrido.
La sentencia de 10 años viene tras ser declarado culpable por un jurado popular.