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La línea Puerto del Rosario-Tarfaya más cerca

Una delegación marroquí de alto nivel visitará Fuerteventura los días 11 y 12 de enero

 

  • Redacción NoticiasFuerteventura
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    El primer paso para que exista la posibilidad de volver a abrir la línea marítima entre Puerto del Rosario y Tarfaya lo dio Marruecos el pasado mes de marzo, durante la visita del entonces presidente del Gobierno de Canarias Ángel Víctor Torres. Tras las elecciones de mayo, el nuevo Gobierno de Fernando Clavijo ha recogido el testigo, con dos fechas claves fijadas en el calendario. La más importante tendrá lugar a la vuelta de las fiestas, los días 11 y 12 de enero, cuando una delegación marroquí –integrada sobre todo por autoridades portuarias– viajará a las Islas. Le precederá una reunión preparatoria en la Delegación del Gobierno, solicitada por el Ejecutivo autonómico al estatal para avanzar en cuáles serán las medidas y recursos que se implantarán en Puerto del Rosario en materia de sanidad exterior y control de fronteras.

     

    El director de Relaciones con África del Gobierno de Canarias, Luis Padilla, explica que el objetivo es que 2024 sea el año a reapertura de la línea: “Las infraestructuras están y los recursos humanos también, ahora falta contar con un operador que Marruecos considere óptimo”.

     

    La reactivación de la línea Puerto del Rosario-Tarfaya tendrá que salvar de nuevo una carrera llena de no pocos obstáculos

     

    Pero la realidad es que la reactivación de la línea Puerto del Rosario-Tarfaya tendrá que salvar de nuevo una carrera llena de no pocos obstáculos. De hecho, ya en 2017 hubo otro intento de recuperar esa conexión, en el que pusieron todo su empeño las autoridades locales de Tarfaya. Invirtieron entonces en la mejora del puerto y removieron Roma con Santiago para lograrlo, pero el proyecto volvió a naufragar inexplicablemente: “Hemos realizado muchas visitas a las Islas, hemos traído empresarios, les hemos presentado propuestas de inversión y, pese a mostrar interés, nunca han fructificado”, se lamentaban.

     

    El entonces alcalde de Sidi Ifni, Abderrahman Fabian --nacido por cierto en Agüímes--, explicaba que el ansiado anhelo de unir Fuerteventura y Tarfaya se frustraba en tantas ocasiones que “creemos que alguna mano negra bloquea el proyecto cada vez parece posible”.

     

    La ‘puerta del Sáhara’

     

    Y es que el puerto ya se adaptó hace un lustro tras el aciago naufragio del Assalama, cuyo esqueleto quedó varado en una playa cercana como símbolo del fracaso del único camino a la modernidad que vislumbra esta localidad marroquí. De hecho, su potente y moderno muelle contrasta con la modestia que caracteriza a sus casas y calles, integradas en un núcleo urbano en el que viven menos de 10.000 habitantes (supera los 13.000 si se incluyen las zonas rurales).

     

    Antes de llamarse como se denomina ahora, Tarfaya fue Villa Bens o Cabo Juby durante el protectorado español. Pero también se le conoce como la puerta del Sáhara, la entrada al territorio en litigo porque, tras ella, se accede a la ciudad del Aaiún. De hecho, gran parte de la población de Tarfaya y de sus gobernantes son de origen saharaui, por lo que la apertura de esa ruta significa mucho más que el paso del Marruecos norte al Marruecos sur: "El tráfico marítimo con Canarias es nuestra puerta a futuro", sostienen sin ambages las autoridades locales.

     

    Gran parte de la población de Tarfaya y de sus gobernantes son de origen saharaui, por lo que la apertura de esa ruta significa mucho más que el paso del Marruecos norte al Marruecos sur: "El tráfico marítimo con Canarias es nuestra puerta a futuro", sostienen sin ambages las autoridades locales

     

    Pero también es la entrada hacia el resto de África desde el sur del país alauí. Y es en esta concepción de complementariedad y cooperación hacia el resto del continente dónde la conexión con Tarfaya adquiere una dimensión para las Islas, que todavía no termina de vislumbrar la propia sociedad canaria.

     

    Nuevas circunstancias

     

    ¿Qué ha ocurrido en estos años para que el sueño de Tarfaya pueda hacerse realidad? En primer lugar, el cambio de posición de España con el Sáhara desde la polémica decisión de Pedro Sánchez de reconocer la propuesta de autonomía marroquí como la base “más seria, realista y creíble”. Este es, probablemente, el factor que más está pesando en el interés marroquí por abrir una línea regular con España por el Atlántico; y, en este sentido, no es casual la presencia del comandante del puerto del Aaiún en la próxima reunión de enero (además de directivos de las Marinas Mercante y de recreo).

     

    Por otro lado, Tarfaya ha entrado en los últimos años en el ambicioso plan de desarrollo de las provincias del sur del país, dotado inicialmente de unos 7.000 millones de euros y que ha abierto horizontes prometedores para toda la región de Guelmin, a la que pertenece esta localidad. Con esta inversión, se están desarrollando o hay previstos importantes proyectos de infraestructuras, energéticos, de agricultura y pesca, sanitarios y de otros sectores.

     

    Las posibilidades que tiene Canarias de cooperar y colaborar en el desarrollo del continente vecino, aportando experiencia, recursos y beneficiándose a su vez de sus resultados, son por tanto altas

     

    Las posibilidades que tiene Canarias de cooperar y colaborar en el desarrollo del continente vecino, aportando experiencia, recursos y beneficiándose a su vez de sus resultados, son por tanto altas. De ahí el interés que ha mostrado siempre la Cámara de Comercio de Fuerteventura por activar esta ruta. De hecho, en este momento está volviendo a jugar un activo papel en la recuperación de la línea regular a través de las relaciones y el trabajo que vienen haciendo desde un consorcio de empresas Puerto de Tarfaya Canarias, creado expresamente para favorecer las condiciones que permitan relanzar y consolidar la ruta marítima atlántica.

     

    A tiro de piedra

     

    Entre Puerto del Rosario y Jandía hay la misma distancia que entre Fuerteventura y Tarfaya. O entre Gran Canaria y Tenerife. Aunque le separan de Canarias menos de cien kilómetros, desde la localidad marroquí no se ven sin embargo las Islas, porque ambas costas son demasiado bajas: pero dicen que ocasiones, solo en el mes de diciembre, se puede percibir de noche el resplandor de Fuerteventura.

     

    En Tarfaya hay quienes aún hablan español y se empeñan en preservarlo. Hace años se constituyó por ello una Asociación de Amigos de la Lengua Española, y no es la única iniciativa encaminada a fortalecer los vínculos con España que se puede encontrar en esta polvorienta localidad marroquí que recuerda a la Fuerteventura de hace medio siglo. 

     

    El nombre de Tarfaya suena desde hace años como el primer paso de la presunta internacionalización de Canarias, de la que todos oímos hablar y tampoco llega nunca. Una vez que esa puerta se abra, dará paso a un mundo desconocido e interesantísimo, que ya descubrió Saint-Exupéry hace mucho tiempo, inspirando quizá a su inolvidable Principito.

     

    Un modesto museo sobre el aviador y escritor francés es una de las visitas que ofrece Tarfaya, del mismo modo que La Laguna de Naila, una maravilla de la naturaleza que forma parte de una reserva natural mucho más amplia, integrada por dunas, agua y salinas. Y que encierra, además de una riqueza ornitológica espectacular, los restos de lo que pudiera ser Santa Cruz de la Mar Pequeña, levantada por el conquistador castellano y señor de Canarias Diego de Herrera a finales del siglo XV. Esa torre representó la primera posesión de la Corona de Castilla en el continente africano, antes de que España y Canarias dieran la espalda definitivamente a sus vecinos atlánticos.

     

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