PUBLICIDAD

PUBLICIDAD

A+ A A-

La represión franquista en Canarias

50 años después de la muerte del dictador recordamos la huella de terror impresa en las islas durante décadas

 

  • Redacción NoticiasFuerteventura
  •  

    La represión franquista en Canarias no fue resultado de un conflicto bélico directo, sino de una política deliberada de dominación. El régimen utilizó tácticas de violencia física, psicológica y simbólica para aplastar cualquier forma de resistencia. Detenciones sin juicio, ejecuciones extrajudiciales y centros de detención improvisados (como La Isleta, el Lazareto de Gando y la prisión de Fyffes en Tenerife) forman parte de esta estrategia sistemática.

     

    La prisión de Fyffes, en Tenerife, fue un centro de detención que llegó a concentrar a más de 1.500 personas en condiciones infrahumanas. Más de 4.000 reclusos pasaron por allí durante doce años, muchos de los cuales desaparecieron.

     

    Fosas comunes y “sacas” al mar

     

    En Tenerife, perderse en el mar era frecuente. Las víctimas eran sacadas de sus hogares o detenidas en Fyffes, transportadas en barcos prisión y arrojadas al océano, considerada por muchos una “gran fosa común”.

     

    Numerosas investigaciones documentan estos hechos; por ejemplo, en el Llano de las Brujas y Tenoya (Arucas, Gran Canaria), se hallaron restos con signos de ejecuciones (cráneos con impactos de bala) en investigaciones realizadas en 2008 y 2017.

      


    Si quieren recibir esta y toda la información GRATIS de Fuerteventura y Canarias puntualmente a través de nuestro canal de whatsApp, que no es un chat y no se puede enviar ni recibir comentarios, solamente información y videos de la isla, apuntarse al nuevo canal de Noticias Fuerteventura. 


     

    Un estudio realizado en Tenerife por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica identificó 182 víctimas mortales por represión franquista (desde ejecuciones extrajudiciales hasta torturas o juicios sumarísimos), mayoritariamente hombres jóvenes vinculados a partidos obreros y organizaciones sindicales como CNT, PSOE o Partido Comunista.

     

    Algunas fuentes estiman la existencia de al menos 21 fosas documentadas a lo largo del archipiélago (en Tenerife, Gran Canaria, La Palma y La Gomera) con 471 personas desaparecidas documentadas: 337 en Gran Canaria, 49 en Tenerife, 74 en La Palma y 17 en La Gomera; además de 122 fusilados con datos identificados.

     

    La represión en Fuerteventura

     

    En Fuerteventura se registraron detenciones, procesos sumarísimos y algunos fusilamientos (al menos dos personas oriundas de Fuerteventura fueron fusiladas, aunque en Gran Canaria). Funcionarios, maestros u otros con perfil “sospechoso” eran purgados y muchos trasladados a la isla como forma de castigo o confinamiento. El caso del profesor e intelectual republicano Juan Millares Carló, padre del pintor Manolo Millares, ejemplifica esa lógica de destierro dentro del archipiélago. 

     

    Posteriormente, Fuerteventura fue utilizada como espacio de destierro para opositores políticos. Un caso emblemático es el del “Contubernio de Múnich” (1962): varios políticos democratacristianos fueron confinados en Fuerteventura durante meses tras participar en reuniones de oposición en Alemania.

     

    Entre 1954 y 1966, funcionó en Fuerteventura la conocida Colonia Agrícola Penitenciaria de Tefía, un campo de “reeducación” con tintes de campo de concentración. Aunque su creación respondía oficialmente a la aplicación de la Ley de Vagos y Maleantes, en la práctica fue utilizado por el régimen franquista como instrumento de represión social y moral.

     

    Allí fueron internadas personas consideradas “peligrosas sociales”, entre las que se encontraban presos comunes, disidentes políticos, homosexuales y transexuales. Los reclusos soportaban trabajos agrícolas forzados en condiciones infrahumanas, además de procesos de humillación, represión sexual y adoctrinamiento religioso, una estrategia de sometimiento ideológico típica del franquismo.

     

     

    Iniciativas institucionales 

     

    En 2025, el Gobierno central otorgó subvenciones para múltiples investigaciones y exhumaciones en las islas:

     

    - La Palma: casi 96 000 € para intervenir en la fosa de la Vaguada de la Araña (Fuencaliente).


    - Tenerife: aproximadamente 100 000 € para estudios en Fuente Cañizares, el Pozo de los Alemanes (Arona), Cuevas de María Jiménez y San Andrés, además de zonas costeras como Garachico, Los Silos y Buenavista del Norte.


    - Gran Canaria: 100 000 € destinada a intervenciones en simas, fosas y pozos.


    - Fuerteventura: 100 000 € para musealizar la colonia penitenciaria de Tefía como centro interpretativo sobre la represión LGTBIQ+.

     

     

    Exhumaciones: memoria y justicia

     

    Las exhumaciones de fosas constituyen una herramienta fundamental de activación de la memoria, poniendo en evidencia el alcance real de la represión (espacial, social, emocional) y ofreciendo reparación a las familias. Su realización impulsa discursos sobre el trauma y promueve justicia social, dignidad y reconocimiento de las víctimas.

     

    Este esfuerzo también responde a la necesidad de justicia histórica, en sintonía con iniciativas recientes en el resto de España. En municipios como Campillos (Málaga), se han documentado fosas comunes con restos de víctimas republicanas, incluyendo un porcentaje excepcionalmente alto de mujeres —más del 20 %, frente al promedio nacional del 3‑5 %—, revelando patrones de violencia extrema. Otras exhumaciones relevantes, como la de Jaén (fosas 548, 438 y 702 con unos 1 250 cuerpos, incluidos figuras destacadas del republicanismo), muestran la escala y el valor simbólico y humano de estas iniciativas.

     

    El enfoque crítico sobre el "apartheid funerario" franquista también es clave: el régimen priorizó homenajes a sus “caídos”, mientras relegaba a las víctimas republicanas al anonimato de fosas comunes.

    Comentarios (0)