Los pozos de La Florida ya lucen su estructura original con seguridad para los visitantes
El programa ‘Fuerteventura, bonita por naturaleza’ prevé ahora el vallado perimetral del caserío de Tuineje de alto valor etnográfico
El Cabildo, a través del programa ‘Fuerteventura, bonita por naturaleza’, ha concluido la reconstrucción, siguiendo técnicas tradicionales de mampostería, de los dos pozos del Caserío de La Florida y la colocación de rejillas de seguridad para evitar caídas al vacío. Se trata de una actuación de gran valor, ya que este conjunto arquitectónico es parte del Patrimonio Público Histórico de Fuerteventura.
Los trabajos han contado con el asesoramiento y apoyo de la Consejería de Seguridad del Cabildo de Fuerteventura, que dirige Lolina Negrín, y la supervisión directa del Servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento (SPEIS), ya que las estructuras originales tenían peligro de derrumbe y colapso hacia el interior de sus oquedades. Los operarios de ‘Fuerteventura, bonita por naturaleza’ realizaron los trabajos asegurados con líneas de vida para prevenir accidentes caídas al vacío.
Las cuadrillas enviadas por el Cabildo, a través de su medio propio Gestión y Planeamiento Territorial y Medioambiental (Gesplan), demolieron dichas estructuras en ruinas para después reconstruirlas siguiendo técnicas tradicionales de muros de piedra.
Además de su recuperación con sensibilidad arquitectónica y etnográfica, esta intervención en los pozos de La Florida contó con un importante componente de seguridad. Ambos pozos constituían un peligro evidente para los visitantes que se acercaban al caserío, por lo que se incorporaron sendas rejillas de seguridad que tapan los vanos y previenen caídas pero permiten contemplar su interior.
El siguiente paso en este encargo es el vallado perimetral de todo el asentamiento. Cabe recordar que el Caserío de La Florida es parte del Patrimonio Público Histórico de la isla. Se trata de un conjunto histórico de arquitectura rural y utilitaria que representa los usos y costumbres de los majoreros del interior hace unos 300 años.
Compuesto por una agrupación de viviendas tradicionales dispersas construidas con piedra, cal, arena y barro, algunas del siglo XVIII, y otros bienes etnográficos asociados a la explotación agrícola y ganadera, como dependencias para el ganado, aljibes, pequeñas maretas y gavias, así como restos de una tahona, este conjunto arquitectónico tradicional majorero tiene un alto valor patrimonial para la isla.
Como otras zonas del interior de la isla, este conjunto de casas tradicionales fue víctima de las incursiones de piratas ingleses, quienes saqueaban y devastaban a su paso campos y viviendas. Aunque el pueblo tenía medios escasos para defenderse, en ocasiones lograron importantes victorias como la batalla de Tamacite y de Llano Florido, en la que los bucaneros ingleses se vieron superados por los isleños, quienes utilizaron a camellos en la lucha.