Marruecos presume del “giro británico” en la situación del Sahara Occidental
Por su lado el Frente Polisario alega que son sólo "gestos" basados en "estrategias geopolíticas" de gobiernos concretos
El aval de Reino Unido al plan de autonomía marroquí para el Sáhara Occidental ha venido a sumarse a lo que el Gobierno de Marruecos describe como una "dinámica internacional" favorable a su causa, una categoría en la que incluye también el posicionamiento de España y que, para el Frente Polisario, no ejemplifica más que concesiones por parte de determinadas administraciones extranjeras para intentar congraciarse con el rey Mohamed VI.
El giro británico se formalizó la semana pasada, cuando el ministro de Exteriores David Lammy aprovechó una visita oficial a Marruecos para sentenciar que el plan de autonomía de 2007 para la antigua colonia española es "la base más creíble, viable y pragmática para arreglar el contencioso", un argumento similar al utilizado por el Ejecutivo español.
Se sitúa de esta manera un nivel por debajo de Estados Unidos y Francia, que directamente avalan la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental, pero desde Rabat insisten en que la sucesión de mensajes pone de manifiesto "la eficacia de la diplomacia real", como ha expuesto la agencia de noticias MAP en un reciente artículo.
Según la tesis oficial, la "causa nacional" que simboliza el control definitivo sobre el Sáhara prosigue "una fase dinámica" hacia "una solución definitiva". Una "convicción" que "se arraiga en varias capitales mundiales", añade la agencia MAP en su nota.
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El ministro de Exteriores marroquí, Naser Burita, también celebró de viva voz la nueva posición de Londres tras recibir a Lammy y aludió en la rueda de prensa conjunta a la importancia del gesto, ya que Reino Unido forma parte junto a España, Estados Unidos, Francia y Rusia del llamado Grupo de Amigos del Sáhara Occidental en el seno de la ONU.
De hecho, el portal 'Le 360', considerado un medio cercano a la Casa Real, asegura que España, Francia, Estados Unidos y Reino Unido ya se permiten hablar "abiertamente" del control marroquí sobre el territorio y que Rusia, aunque no lo declare explícitamente, también "respalda 'de facto'" las tesis de Rabat.
El Ministerio de Exteriores ruso se remite sin embargo a unas declaraciones de enero del propio jefe de la diplomacia, Sergei Lavrov, que abogó por respetar las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y tener en cuenta, entre otros matices, el derecho a "la libre determinación" del pueblo saharaui.
Lavrov abogó por resolver la disputa de una manera aceptable para todas las partes, sin "imponer" y volvió a cuestionar que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cerrase su primer mandato decretando que el Sáhara Occidental pertenecía a Marruecos. "Arreglar estas cuestiones de manera unilateral significa crear una tormenta que, sin duda alguna, volverá a desatarse con el paso de tiempo", advirtió.
POSICIÓN DE ESTADO O DE GOBIERNO
El derecho de autodeterminación sigue siendo la piedra angular de las reivindicaciones del Frente Polisario, que controla la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) y se reivindica como garante de los intereses de la población local. Su delegado en España, Abdulá Arabi, insiste en que la realidad "permanece inalterada desde hace más de cinco décadas".
"Ha quedado patente que no existe declaración, carta o 'tweet' que pueda alterar la naturaleza jurídica de la cuestión del Sáhara Occidental", esgrime en declaraciones a Europa Press.
Arabi descarta que se pueda hablar de una "dinámica internacional" como plantea Marruecos, "como si fuese un complot contra la causa saharaui", ya que considera que anuncios como los de España o Reino Unido no son realmente una "posición consensuada estatalmente".
Habla, en cambio, de un "posicionamiento gubernamental", sujeto incluso a cambios dentro de una misma legislatura. Arabi alega que "es más conveniente hablar en términos de gestos, de símbolos meditados en aras de trazar alianzas o estrategias geopolíticas", es decir, de contentar a Rabat y a su rey.
El delegado del Polisario avisa de que estos gestos "no han redundado en ningún beneficio para estos países", por lo que considera que ni siquiera han podido sacar partido de lo que considera una violación "flagrante y notoria" del Derecho Internacional.
Además, lamenta que estos cambios de posicionamiento no hayan conllevado crisis acordes con la magnitud de esa vulneración de libertades y derechos. "Desafortunadamente, en los últimos años de manera muy especial, la defensa y promoción de los Derechos Humanos ha quedado relegada escandalosamente", concluye Arabi.