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El Comisionado de Costa, respeto y fortaleza de una tradición milenaria (II)

Esperemos que siga existiendo reemplazo para salvaguardar uno de los aspectos etnográficos y culturales más importantes del archipiélago

 

  • Redacción NoticiasFuerteventura
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    «Las funciones del comisionado es, primero nombrar las apañadas. (...) yo tengo costumbre de dejar, porque la costa la tenemos toda vallada, esta valla con mallazo de ese. Entonces yo tengo cosTumbre de que me quedo arriba en la Villa, cojo el filo adelante y cojo por la orilla para abajo, un par de días antes de la apañada, quince o veinte días o cuando me parezca, o siete u ocho días, o cuando me parezca, y miro cojo por toda la orilla de la tela para abajo y me ando toda la costa, mirando las que veo y las que no veo, si se puede apañar, si no se puede apañar.» (Vicente Hernández Santana, 1946, comisionado de Betancuria. La Cabra de Costa de Fuerteventura).

     

    Además, el Comisionado,  debe estar pendiente de la Administración ordinaria del mancomún, realizar Funciones de tesorería, debiendo rendir cuentas ante la alcaldía de su gestión, Organizar las apañadas, Acciones relativas al mantenimiento y conservación del mancomún, tales como limpieza de fuentes, colocación de nuevos vallados y restauración de los existentes, Localización y captura de perros que amenacen al ganado, Requerir a los ganaderos el pago de gastos relacionados con el mancomún, debidamente justificados. Informar, sin carácter vinculante, cualquier actuación que el Ayuntamiento pretenda llevar a cabo en el ámbito del mancomún, Proponer al Ayuntamiento medidas que puedan mejorar el adecuado aprovechamiento del mancomún, Poner en conocimiento del Ayuntamiento cualquier posible infracción de las ordenanzas.

     

    «(...) sí. ‘Mira fulano, tú... te vamos a poner de comisionado.’ ‘¿Yo? Estás loco...’ ‘Sí, sí, tó sos el más aparente, porque sos reconocedor de marcas y tú sos aparente para esto.’ Ese poníamos. ‘Pues hagan lo que quieran.’ Y ya se quedaba mandando en la costa. (...) se iba aquel. ‘Yo estoy cansado de ser comisionado, pongan otro, nombren a otro.’ Nombran a otro pero en conformidad de la gente toda, de los ganaderos (...).» (Agustín de León Soler, 1932, ganadero de Casillas del Ángel. La Cabra de Costa de Fuerteventura).

     

    En casi toda Fuerteventura

     

    En estos momentos existen comisionados en casi toda la isla de Fuerteventura, excepto en La Oliva, si hay por tanto en los municipios de Antigua, Betancuria, Pájara, Puerto del Rosario y Tuineje.

     

    “La gran extensión de terreno que presenta la zona comunal de Antigua derivó en la división de este territorio en dos zonas gestionadas por diferentes comisionados cada una de ellas. La tradición de la figura del comisionado es más antigua en aquellos municipios en los que existen zonas comunales, mientras que en los municipios como Pájara y Tuineje, donde la ganadería de costa en la actualidad se localiza mayoritariamente en zonas privadas, el reconocimiento de esta figura por parte del ayuntamiento es más reciente”. (Allende M. Gutiérrez y Edgar A. Freivalds).

     

    «Aquí en Fuerteventura, comisionados de costa reconocidos por los ayuntamientos ha tenido el que tienen en Puerto del Rosario, aquí en Puerto pero pertenece al ayuntamiento de Puerto del Rosario y Antonio Cabrera Morales que es de Ampuyenta, de abajo de Ampuyenta de Almácigo me parece que le dicen a aquella allí, reconocido por el ayuntamiento con credencial. Después están los dos que tiene el ayuntamiento de Antigua, Tomás Acosta y Nicolás Herrera con credencial y después está Vicente, Vicente Hernández Santana, reconocido por el ayuntamiento de Betancuria con credencial. Ahora, después había un comisionado que todavía existe, está Juan Pérez que era de la zona esta de Jandía, de Pájara, que según yo estaba hecho cargo porque llevaba muchos años (...).» (Nicolás Herrera Cabrera, 1937, comisionado Antigua Sur).

     

    En la zona sur de Fuerteventura, desde los tiempos de la conquista a esta parte, el régimen de la propiedad del suelo, incluso después de la desamortización, siempre ha estado vinculado a la figura del señor y en frente el medianero. Por tanto el ganado de costa estaba supeditado hasta época reciente a una relación de vasallaje al señor o propietario del suelo

     

     

    Según afirma Allende Gutérrez y Edgar Freivalds en el extraordinario acercamiento a la Ganadería de Costa que es el libro La Cabra de Costa de Fuerteventura, “la particularidad de la propiedad de las tierras en el municipio de Pájara más concretamente en el caso de la península de Jandía, donde se localiza el mayor número de la cabaña ganadera del municipio, ha conllevado una gestión diferenciada con respecto al ganado de costa, en comparación con los demás municipios donde se ha llevado a cabo esta actividad. Los arrendatarios de la Dehesa de Jandía eran los encargados de gestionar la actividad ganadera de costa en sus tierras, bajo un régimen de explotación de ‘medias’, lo que obligaba a los ganaderos a entregar la mitad de los recursos obtenidos de su ganado. En aquella época, los encargados del control del ganado eran nombrados por el arrendatario para el ejercicio de esta función. Nos encontramos así, con que la figura del comisionado como persona elegida por los ganaderos y autorizada por el ayuntamiento es de reciente creación”.

     

    Presente y futuro de el garante de la cultura del Ganado de Costa

     

    El Comisionado de costa es por tanto el garante de una de las maravillas culturales de la isla de Fuerteventura. Las apañadas, el ganado de costa, las marcas, las gambuesas no serían posible sin la figura de estos hombres que reconocen la importancia de la tradición y sacrifican su tiempo para, mejorar la vida de los ganaderos y proteger nuestro legado cultural.

     

    A ellos va dedicado este artículo en forma de homenaje, a Don Tomás Acosta Cabrera (comisionado de Antigua, Pozo Negro); a Don Vicente Hernández Santana (comisionado de Betancuria); a Don Juan Pérez Viera (comisionado de Esquinzo. Pájara); y Don Antonio Cabrera Morales (comisionado del mancomún de la costa de Jarugo. Puerto del Rosario). Y de forma especial a a Don Nicolás Herrera Cabrera (comisionado de Antigua, Valle de la Cueva. Antigua Sur), que nos dejaba el pasado mes de abril a la edad de 84 años, tras una vida plena de amor a una tradición milenaria.

     

    En ellos recae ahora mismo la autoridad y la responsabilidad de proteger la tradición, esperemos que siga existiendo reemplazo para salvaguardar uno de los aspectos etnográficos y culturales más importantes del archipiélago, orgullo de todos los majoreros.

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